Cómo Desestructurarte para ser Innovador
–Es que lo pienso y lo pienso, y le doy vueltas y vueltas pero no se me ocurre nada para solucionar esto.
Así se expresaba el frustrado director general de una cadena de centros comerciales exponiéndonos su necesidad de relanzar con éxito uno de sus complejos que adolecía de varios problemas. Encontramos una solución, pero para ello, tuvimos que aplicar algunas técnicas de desestructuración para romper con el círculo vicioso en el que se había caído y dar con una solución diferente y eficaz.
A veces, hay ejercicios creativos que muchos piensan que son una tontería, una pérdida de
tiempo. Sin embargo, si uno se toma el trabajo de jugar con ellos, resultan magníficos para
encontrar soluciones, nuevos caminos, nuevos productos e incluso, para relanzar un centro comercial con éxito.
Antes de explicarte uno de los juegos para desestructurarte te proponemos un pequeño test para que conozcas si tu mente está rígidamente estructurada o si eres de los pocos que tienen la mente libre para pensar.
TEST. Tienes que unir con cuatro líneas rectas (en cuatro trazos, no vale repasar una línea ya hecha), estos nueve puntos sin levantar el lápiz. A ver qué tal se te da…
Si lo has hecho ¡Enhorabuena! seguro eres una persona muy creativa e innovadora (si lo sabías de antemano, el cumplido no es para ti, jeje). Si no lo has conseguido… cambia el chip, piénsalo de nuevo antes de ver al final la solución… ¡Ey! no vayas a ver la solución ahora, inténtalo otra vez 😉
Para lograr salir de la rigidez de nuestras estructuras mentales y, a su vez, despertar nuestras neuronas para que encuentren nuevos horizontes, es necesario jugar. Efectivamente, jugar es la solución. Así lo hicimos nosotros con el centro comercial y funcionó, y cuanto más lo practicamos, más funciona. Gracias a este juego y al ingenio hoy contamos con los Post-it, con la Viagra, con la penicilina, y también se descubrió la estructura del átomo entre otras muchas cosas. Así que tómate muy en serio este juego si pretendes ser innovador.
EL JUEGO DE LA CHIRIPA. Así lo llamamos nosotros para que se comprenda mejor su concepto, aunque su nombre original y docto creado en 1754 es Serendipia, y tiene otras denominaciones también.
Se basa en un cuento persa en el que tres sabios príncipes se internaban en la isla de Serendip, en la que vivían, buscando cosas determinadas. Sin embargo, nunca las encontraban, aunque siempre daban, por casualidad (de chiripa –término que deriba de Serendipia), con otras cosas que incluso eran mejores que las que habían salido a buscar. El juego básicamente consiste en buscar algo concreto y relacionarlo con lo que vayamos encontrando en el ejercicio que veremos a continuación. Por ejemplo, en nuestro caso inicial, buscábamos cómo relanzar un centro comercial. A veces, buscamos cómo vender un determinado producto. Hay quienes buscan cómo aumentar sus seguidores en las redes sociales. Y por supuesto, también hay quienes necesitan salvar su matrimonio, lograr que su hijo mejore en la escuela… en fin, los objetivos pueden ser profesionales o personales, vale para todo.
Punto de partida: define claramente lo que buscas. Escríbelo si fuese necesario, o al menos tenlo muy presente.
Prepárate para imaginar. Tu imaginación juega un papel muy importante, para encontrar asociaciones y cosas inesperadas.
- Coge lo que tengas a mano con varias páginas.Vale un diccionario, una enciclopedia, un catálogo, un libro de pinturas, un cuento infantil, un poemario, un álbum de fotos, diapositivas, un Power Point, lo que sea que te permita saltar de un sitio a otro.Puedes abrirlo al azar o marcarte un sistema, ”la última palabra de las páginas impares”, por ejemplo. Da igual si te vas a basar en imágenes o palabras, incluso si tiene ambas puedes intercalar, de una página tomas una palabra y de otra contemplas la imagen. Si son imágenes, mira hasta los pequeños detalles.
- Pregúntate y asocia. Hazte estas dos preguntas: ¿Qué relación tiene esto con…(tu búsqueda)? Y también ¿Qué me sugiere esta palabra o imagen en cuanto a…?Apunta, apunta y apunta las asociaciones que hagas. Y luego relaciona una palabra o imagen con la anterior y con tu búsqueda. Y vuelve a asociarlas entre sí dándole alas a tu imaginación. Puedes partir de una palabra y relacionarla sin respetar su sentido literal. Por ejemplo, la palabra ”zanahoria” te hace recordar el color naranja, a su vez este color te recuerda a un barbudo pelirrojo y es a este último al que asocias con tu búsqueda.Seguramente van a surgir vinculaciones totalmente absurdas y hasta ridículas… ¡Mejor! (y si te ríes, aún mejor). En una ocasión, buscando una idea para adjudicarnos una campaña publicitaria de una empresa de autobuses urbanos cuyo objetivo era que los conductores de coches respetaran el carril-bus, terminamos relacionando el BUS, con el entonces presidente norteamericano BUSH pues, al abrir una página del periódico al azar, nos encontramos con que acababa de invadir Afganistán. Entonces pensamos que sería una buena idea el slogan ”Aunque te sientas BUSh (con la hache puesta a mano como un graffitti), no invadas el carril BUS”. Sin duda, hubiera creado mucha polémica y notoriedad, pero era políticamente incorrecta, así que no la presentamos, pero nos divertimos mucho. A ésa, le siguieron otras ideas que nos hicieron finalmente ganadores del concurso. Así que, una vez más, nos mereció la pena jugar a la Chiripa.
- Aterrizaje.Cuando tengas una buena cosecha de nexos con tu búsqueda, con toda seguridad, conocerás mucho más sobre el tema en cuestión. Ése ya sería un buen resultado; pero seguramente, además, lograrás encontrar una solución que ni se te había pasado por la cabeza antes y ahora la tienes frente a ti… de pura chiripa.Lo que debes hacer ahora, es ”aterrizarla”, llevarla al terreno práctico, ver cómo se aplicaría esa solución hallada.Si no te termina de convencer lo que tienes… vuelve a ”chiripear”. Desestructúrate otra vez y busca más caminos que te conduzcan a una solución que te permita unir los nueve puntos del test simplemente llevando tu imaginación más allá de los límites que tu estructura mental te había impedido apreciar antes.