Street Marketing: 4 Formas de llamar la Atención
El Street Marketing se define como: el conjunto de técnicas de marketing que sirven para promocionar los productos o servicios de una marca empleando formas poco convencionales en lugares públicos. Es decir, emplea mobiliario urbano o espacios comerciales que no se encuentran bajo el control de las agencias de medios, persiguiendo entre otros objetivos, el buscar una reacción más emocional en los clientes que la que se consigue con los métodos tradicionales. Originalmente el Street Marketing se llevaba a cabo exclusivamente en las calles u otros lugares públicos, pero con el paso del tiempo ha ido abarcando otros emplazamientos como centros comerciales, restaurantes o hasta los servicios de algunos establecimientos.
Inicialmente, estas técnicas las comenzaron a realizar pequeñas empresas que no disponían de grandes presupuestos de marketing para contratar medios convencionales. Hoy en día, pequeñas y grandes empresas se han animado, o mejor dicho, han puesto en marcha su imaginación, para anunciarse de las formas más originales y diversas posibles. Este tipo de campañas creativas generan cierta sorpresa entre los usuarios y despiertan una imagen positiva de la marca. Sólo hace falta una cosa, usar el arma más potente de cualquier persona, la imaginación.
Sin ir más lejos, hace unos días cenando en un céntrico restaurante de Valencia nos encontramos con una sencilla, pero bien pensada campaña, de una empresa que se dedica a llevar a la gente a su casa tras una noche de fiesta en la que se ha consumido alcohol. La idea fue muy simple y económica, anunciarse en la portada de la carta del restaurante, justo en el momento en el que el cliente va a comenzar el consumo de la noche.
Atendiendo a su ejecución podemos distinguir cuatro tipos de Street Marketing:
- El Moving Board: suele ser la opción más económica de todas, y es muy sencilla, una persona por la calle con un cartel de la empresa. ¿Quién no recuerda a ese hombre paseando por la calle con el cartel triangular colgado al cuello y el anuncio de Compro Oro?
- El FlashMob: una opción compleja pero que suele dar buenos resultados. Consiste en llevar a cabo una acción coordinada entre varias personas en un lugar concreto de forma programada. Se pusieron muy de moda hace pocos años y gracias a Youtube consiguen una viralidad importante. Nosotros mismos los realizamos, aquí podéis ver un ejemplo 😉
- El clásico: se trata de acciones de coste variable, en función principalmente de la cantidad de lugares y veces que se reproduzca la campaña. Son las más típicas, las que requieren de mayor imaginación y originalidad, pero su eficacia suele ser alta por su impacto visual.
- El Roadshow: y ésta es la opción más cara, por lo general, ya que requiere de un vehículo que tiene que estar previamente preparado. Una vez listo, recorrerá las calles más transitadas para tratar de conseguir el mayor número de impactos posible. Desde los coches con formas o elementos especiales, pasando por los típicos furgones de las campañas para las elecciones.
No existe una técnica 100% eficaz en todos los casos, sino que hay que poner en marcha la imaginación para llevar el producto hasta el consumidor de la forma más original posible. Y para esto no hay varitas mágicas, sino grandes ideas. Igualmente, los formatos descritos no son los únicos que existen, o al menos no en la forma en la que todo el mundo los usa. Cada cierto tiempo sale una nueva idea que aprovecha un nuevo lugar o espacio, ¿te animas a ser tú quien la tenga?
