Música y publicidad ¿Recuerdan tu Marca o tu Música?

El anuncio comienza con la imagen de un fanático de Elvis conduciendo a gran velocidad y de fondo se oye uno de los temas más conocidos del Rey del Rock “King of the Road”. ¿Recordáis de qué era el anuncio?

Desde hace ya varios años la publicidad ha encontrado en la música un aliado muy efectivo para llamar la atención de los consumidores cada vez que se emiten anuncios. Al principio fue mediante los conocidos como jingles, canciones o melodías creadas expresamente para un determinado spot que trataban de “enganchar” al público consiguiendo una mayor atención en el anuncio. ¿A quién no le suena el famosísimo “Yo soy aquél negrito del África tropical…” de los primeros anuncios de Cola Cao?

Sin duda, la eficacia de un jingle es básica ya que su objetivo es alcanzar la memoria de los consumidores y generar un recuerdo del mismo. De modo que un jingle deberá ser claro, corto y fácilmente identificable, para así poder ser distinguido pronto. Pero los tiempos cambian y la publicidad no se muestra ajena al cambio. Tras un tiempo en que los jingles llegaron a ser el reclamo principal de los anuncios, llegó la música y tomó el relevo.

El Marketing actual, como ya vimos en un post anterior, tiene la necesidad de crear las Lovemarks. Marcas que se valen de lo emocional para llegar a su consumidor y conseguir posicionarse en su mente y formar parte de su vida. Para ello, la música se ha convertido en un punto fuerte que utilizan en los anuncios. Temas que aluden a la creación de valores, al recuerdo familiar, al amor, etc. dirigidos a su público objetivo para que lo vean como un mundo al que vale la pena pertenecer.

Como decíamos, la música ha tomado un papel principal dejando a los jingles en un segundo plano y casi en desuso. Un sector que todavía hoy tira mucho de estos últimos es el del turrón, así eslóganes como: “El lobo que buen turrón…” o “Vuelve a casa vuelve por Navidad…” son de sobra conocidos y llevámos muchos años oyéndolos en las mismas fechas sin que hayan cambiado apenas.

El aspecto comercial de la música es fundamental para la publicidad, y por este motivo, se suele emplear para los anuncios temas ya famosos para conseguir una mayor atención del posible consumidor. Aunque no siempre es así, ya que a veces, temas desconocidos hasta el momento de lanzar el anuncio han acabado haciéndose conocidos gracias a éste. Por ejemplo, el anuncio que Heineken lanzó al mercado español en 2008 llevaba el tema “Tired” de la ahora famosa Adele de fondo, pero entonces nadie sabía quién era aquí en España.

El hecho de seleccionar temas pegadizos para los anuncios hace que al escucharlos al cabo del tiempo, nos recuerden a éste y al producto que anunciaba. O ése es al menos el objetivo, ya que por desgracia no siempre se consigue, y a veces la gente recuerda que la música es de un anuncio pero no de cuál o, en el mejor de los casos, recuerda el sector pero no la marca. Estos errores pueden ser debidos a motivos tan diversos como: uso de temas muy conocidos, la falta de unidad musical (en el caso de que se use más de un tema), usar música folklórica, regional o nacional…

Además, la música puede incluirse dentro de dos categorías: música ya compuesta o hecha expresamente para el anuncio. Bien sea por tema de derechos de copyright o por motivos de la propia marca, a veces se recurre a versiones de temas ya existentes que llamen la atención por recordarse la canción original y por resultar interesante la nueva versión. Un ejemplo actual de esto es uno de los últimos anuncios de Volkswagen en el que sonaba una versión del clásico de los Beach Boys “Wouldn’t it be nice” interpretada por un desconocido Tiziano Lamberti.

Cada música, independientemente del grupo al que pertenece, produce diferentes sensaciones en el espectador. Estas sensaciones pueden acercar el producto que se anuncia al consumidor con una determinada música de fondo. Tanto la música como la letra influyen en la audiencia y a priori no se pueden separar ya que suponen una estimulación de los sentimientos y emociones. Por ejemplo, la música que durante años había acompañado a los anuncios de la lotería de Navidad era una música que generaba ilusión, y se trataba de un tema poco conocido hasta este uso. Pero este pasado año se cambió, se optó por un tema que también genera ilusión y que muchos de nosotros pronto recordamos de la banda sonora de la película Eduardo Manostijeras.

La música en el cine y televisión es el vínculo físico que hay entre el espectador y la imagen. Hay sonidos que no se perciben conscientemente, pero que están ahí, y que sin ellos la banda sonora se quedaría plana. La función principal de la música en la publicidad es fijar el recuerdo mediante la repetición inconsciente por parte del espectador de melodías pegadizas.

Una curiosidad, ¿sabéis qué tienen en común Barry Manilow, Sergio Dalma o la selección española de futbol? Que todos ellos han grabado jingles para anuncios. Los dos primeros de hecho comenzaron de esta forma sus carreras en el mundo de la música antes de ser tan conocidos. Los últimos, al igual que otros tantos famosos en la actualidad, han participado en numerosas ocasiones con motivo de Eurocopas, Mundiales y diferentes campañas benéficas o de concienciación social.

Ahh sí!!! El anuncio del fanático de Elvis era de la marca Audi, y anunciaba su nuevo cambio automático multitronic. En aquel momento BMW, su principal competidor, estaba aumentando sus ventas de forma increíble gracias a su campaña “Te gusta conducir” en la que no se vendía un modelo sino la marca. Audi no obtuvo el éxito esperado con este anuncio, ya que según se demostró poco tiempo después, el recuerdo del anuncio era únicamente del tema de Elvis y el muñeco del salpicadero, el cual sí aumentó sus ventas aquel año.

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