Cómo seducir con tu Escaparate

La clase de francés había empezado. Monsieur Chasquelís, nuestro profesor, acababa de llegar de un viaje por Francia y nos relataba todas las maravillas que había visto por allí. A esas horas de la mañana se nos hacía agua la boca al contarnos que el pan francés era crujiente y de un sabor tan único y exquisito que antes de morir deberíamos probarlo al menos una vez.

Siguió relatando otras extraordinarias costumbres y encantos del país galo pero lo que nos llamó poderosamente la atención fue cuando, con aquella voz teatral y con marcado acento, entrecerró los ojos y nos transportó a los escaparates de París.
–No son como los de aquí, atiborrados de cosas –nos decía. Sólo exponen unos pocos productos, e incluso uno. Sin embargo, la luz, la elegancia, el concepto original, el entorno que le crean hacen que, por un momento, uno desee ese producto más que ninguna otra cosa en el mundo.

¡Cómo serían aquellos escaparates, para que un profesor, apartado del mundo del comercio, quedara tan impresionado!

Varios años después, uno de los alumnos de Monsieur Chasquelís, decidió investigar y descubrir cuáles son las claves de aquellos escaparates memorables que tanto sedujeron a su profesor. Hoy las compartimos contigo para que puedas aplicar esos principios en los escaparates de tu comercio… sea físico o virtual. Los principios son válidos para uno y otro, aunque nos centraremos en las tiendas en esta ocasión.

1. Céntrate en un objetivo. Como la mayoría de proyectos de éxito, se debe partir de un objetivo claro. Pero no vale algo tan general como ”vender los productos”. No. Debes centrarte en dos aspectos fundamentales: por un lado, en qué imagen quieres transmitir de tu tienda, porque el escaparate es tu tarjeta de presentación. Y por otro lado, en qué quieres comunicar con ese escaparate concreto. Por lo general, la idea de un escaparate es exponer un producto o un breve conjunto de ellos, poniéndolo/s en valor para venderlo/s.

2. Menos es más. ¿Qué llama la atención de un escaparate atiborrado de productos? ¡Nada! Cuanto menos elementos haya en un escaparate más puede comunicar y más fácil le será atraer y seducir. Mostrar todos los relojes no resulta tan seductor como exponer uno solo, con un punto de luz directa, sobre una original roca, por ejemplo.

3. Un concepto original. Buscar una idea creativa que encierre un concepto potente, es clave para llamar la atención y atraer. La Joyería Gracia de calle la Paz en Valencia es un digno ejemplo de un escaparate conceptual y seductor. El vuelo de una joya convertida en mariposa, iluminada por un rayo de luz que proyecta su sombra sobre un singular mundo, no sólo es exquisito a la vista, despierta el deseo de que esa mariposa se pose sobre el abrigo de una mujer que entra a probársela y se la lleva volando.

La destacada empresa de escaparatismo Bomarzo, aconseja que se tenga cuidado en que la
atmósfera y la decoración no eclipsen al producto. La esencia debe ser el producto o servicio que se exhibe.

Pregúntate ¿cómo puedo exponer este producto o servicio de forma sorprendente y coherente con la imagen que quiero transmitir? Si no te vienen ideas puedes darle un repaso a nuestro post de cómo generarlas. Te damos algunos ejemplos originales: una tienda de ropa joven convirtió su escaparate en un lavabo público retro, con sus orinales, maniquís haciendo sus necesidades, paredes con grafitis, etc. Nadie quedaba indiferente ante semejante panorama que, en este caso, era muy coherente con el público objetivo.

Más ideas… el lanzamiento de un novedoso taburete en una tienda, se ejemplificó con un gigantezco huevo roto, en cuyo centro se podía ver el producto recién salido del cascarón. El cristal del escaparate de una óptica, tenía los característicos símbolos del test visual, desde letras gigantes hasta minúsculas. Un cartel rezaba, ”Si no lees todas las líneas, pasa y te hacemos una revisión visual gratuita”… ese mes vendieron gafas como pocas veces.

Piensa, seguro que se te ocurren buenas ideas. Merece la pena.

4. Renovarse es existir. Si no renuevas el escaparate a menudo, se convertirá en parte del paisaje y dejará de llamar la atención. Es vital que lo cambies periódicamente. Hay quienes aconsejan todos los meses, pero muchos lo hacen por temporada, en fechas señaladas o cuando las necesidades de comunicación lo exijen. Recuerda, por bonito, costoso y genial que pueda ser un escaparate, siempre tiene fecha de caducidad y, si eso no lo respetas, olerá a rancio y dejará de cumplir su objetivo.

5. Detalles a tener en cuenta. Aunque parezca obvio, hay que estar pendiente de la limpieza y el orden en el escaparate. Lamentablemente, a menudo se ve polvo, o elementos caídos que distorsionan la imagen que se desea transmitir.

Otro detalle funcional, pero que en algunos sectores es clave para que el cliente tome la decisión de entrar o no a una tienda, es señalar los precios. La mayoría de las grandes marcas de ropa tienen esto muy bien aprendido y en un display elegante, colocan los precios de las piezas expuestas en el maniquí. Muchas relojerías, zapaterías y otros sectores también siguen este consejo.

Con estos principios básicos, sácale partido a una de las herramientas más potentes para atraer y seducir a los transeúntes. Y quién te dice, quizás un profesor lo vea, se quede impresionado, lo comente en clase y un alumno escriba un artículo sobre tu escaparate en un blog especializado en marketing. 😉

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