Cómo ser un Gurú de la Comunicación

–…¿Y la que está sentada en la mesa de al lado, profesor?
–A ver… es maestra…
–¡No tiene pinta de maestra!
–Pero lo es, aunque su marido tiene dinero… ¡no!, ¡no! su familia debe ser la del dinero, porque no tiene pareja… Conduce un BMW… juega al golf… es católica… y tiene un gato blanco.
–¿En serio? ¿Y cómo compruebo si todo eso es cierto?
–Si tanta curiosidad tienes, ¡pregúntale!

Era mayor la curiosidad que la vergüenza, así que el joven estudiante se levantó con la intención de abordar a la señora pero al ver al camarero se le ocurrió la tranquilizadora idea de preguntárselo a él, quizás la conocía.

Efectivamente el camarero le dijo que era una cliente habitual. Confirmó la marca de su coche, su estado civil, su religión, su afición por el golf pero desconocía su profesión y si tenía un gato blanco.

–El camarero confirma casi todo lo que Ud. dijo ¿Cómo lo hace profesor?
–Es muy fácil, hijo. Todo comunica, sólo debes estar atento e interpretar los signos.
–¿Cómo sabe que es maestra? El camarero lo desconoce.
–Es muy simple… ¿ves el único anillo que lleva puesto? tiene una abeja. Sólo las maestras
reciben un anillo de ésos y lo exhiben con orgullo.
–¿Y cómo supo su religión, y todo lo demás?
–En su cuello lleva un crucifijo.
–Pero eso lo puede llevar cualquiera sin ser católica.
–Sí, a medias. Porque un crucifijo con el Cristo, como el de ella, es difícil que alguien que no profese la religión lo luzca. Pero lo que me convenció de que no me equivocaba fue que se santiguó al pasar un coche fúnebre.
–Hablando de coches ¿cómo supo que tenía un BMW?
–Por la llave, esa marca tiene un tipo muy peculiar. Fíjate, tiene como un surco ¿lo ves?
–Pero ¿y lo demás?
–Míralo tú mismo… tiene un catálogo de palos de golf, no tiene anillo de compromiso y sí una tarjeta de una conocida empresa de citas VIP. El dinero lo ves en su forma de vestir, sus modales, y sobre todo, porque por teléfono preguntó ”¿esta noche tienes cena del Rotary, papá?… los papás pobres, no son del Rotary Club.
–Pero es muy fácil, profesor.
–Claro que es fácil, sólo tienes que estar atento a cada detalle porque todo comunica. Siempre os lo digo en clase. El secreto de la comunicación es percibir y transmitir signos, y los signos no sólo son las letras, símbolos o iconos, unos zapatos, un libro, un chicle, una marca, una mirada, un peinado, un diseño, un gesto todo, absolutamente todo, son signos que comunican.
–¡Ah! ¿Y el gato? no veo ningún gato aquí.
–Buena pregunta ¿cómo lo supe?… deberás contestarlo tú.

Este profesor de semiótica era, además, uno de los grandes creativos publicitarios de su país. Sus campañas destacaban por su efectividad, su originalidad y un ”algo” inexplicable que les proporcionaba una fuerza comunicativa excepcional.

Él decía que los creativos, diseñadores, periodistas, actores, abogados y todos los profesionales que deben comunicar, si no saben semiótica (Estudio de los signos en la vida social, según la Real Academia Española. Y signos, añadía el profesor en su particular visión, es todo aquello que ”cuenta” y hace sentir algo), jamás serán buenos comunicadores. Se pueden tener ideas muy ocurrentes, decía, pero nunca serán realmente poderosas si no se utiliza todo el poder de los signos.

Ponía como ejemplo, las campañas de Absolut Vodka.
–En realidad –afirmaba– es una botella con un líquido dentro y punto. Sin embargo, su publicidad está cargada de signos que transfieren al producto sensaciones, virtudes, sentimientos, pasión… y hacen que su comunicación sea realmente efectiva. ¿Tú quieres ser un ”gurú” de la comunicación? Exprésate con signos poderosos y el mundo será tuyo, hijo mío –se reía divertido.
–¡Ya sé, ya sé por qué!
–Por qué ¿qué?
–Por qué sabe que tiene un gato blanco… en la falda y en las mangas tiene algunos pelos. Es por eso ¿verdad?
–jejeje, vas aprendiendo… mira estos anuncios, piensa y aprende más.

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