Fumata Blanca. Comunica con Iconos

Millones de personas estaban espectantes esperando que de una pequeña chimenea del Vaticano saliera humo blanco. Los ojos de los fieles congregados en la Plaza de San Pedro y los objetivos de las cámaras de televisión, todos esperando el momento de ver el color del desordenado humo que anuncia el ”habemus papam”. Esa sola imagen se ha convertido en todo un icono del Vaticano y, por extensión, del catolicismo.

Las ”fumatas blancas” son esenciales para grabarse a fuego en la mente de las personas. Si no hay una imagen diferenciadora potente, es difícil que perdure en la memoria. Por eso es tan esencial crear iconos en la comunicación eficaz.

¿Quieres comprobarlo? Hagámos un pequeño ejercicio. Te describimos una imagen y nos dices qué acude a tu mente.

1. Una chimenea que tira humo blanco… ¡Vale! la primera te la regalamos 😉
2. Un paso de cebra con 4 personas caminando por ella, te recuerda a…
3. Una boca sacando la lengua hace que acuda a tu cabeza…
4. Un rostro con gorra con un puro entre los dientes es…
5. Una línea ondulante roja…
6. La silueta de una manzana mordida…
7. Una zeta y una Pe, es…

En fin, podríamos continuar y la lista sería interminable, pero todos, por diferentes que sean, tienen varias cosas en común que son las que hacen que resulten inolvidables. Se convierten en un auténtico icono. Es decir, en una imagen que es un signo que sustituye al objeto mediante su significación, representación o por analogía.

La comunicación, adquiere una potencia extraordinaria, si logramos convertirla en un icono. Independientemente de lo qué se trate y de lo que pretenda vender.

En los ejemplos anteriores, los Beatles caminando sobre un paso de cebra, era la portada de su álbum Nº 20… ¿te das cuenta? ¡El número 20!, es decir, hubo 19 antes, y sin duda, bonitos, atractivos, pero éste, por diferente y singular, se convirtió en un icono, hasta el punto que ese paso peatonal ha sido declarado en el Reino Unido ”lugar de importancia nacional”, sin ser un castillo ni un monumento histórico. Y los pasos peatonales, y ése en particular, son todo un símbolo de este legendario grupo.

A veces ese icono es la expresión de un rostro, como el famoso gesto de Albert Einstein sacando la lengua. Pero una boca roja dibujada sacando la lengua, pasa a representar a los Rolling Stone.

Otras veces, puede ser un logotipo o una parte del mismo, como la legendaria onda roja de Coca Cola. O una manzana mordida, en el caso de Apple.

Cuando queremos comunicar con fuerza, debemos buscar un icono representativo y diferencial que permita una identificación inmediata.

Por ejemplo, cuando queremos distinguir algún álbum de un grupo de música, si no recordamos el título, intentamos hacerlo describiendo su portada. Si todas las portadas tienen exclusivamente al artista como protagonista sin ningún otro elemento distintivo, será muy difícil identificar de cual hablamos. Pero si hay algún elemento o forma distintiva lo ubicamos de inmediato.

Por ejemplo, ¿Cuál es la portada de álbum que más recuerdan los fans del grupo The Black Eyed Peas? ¡Elephunk, la del elefante! ¿Por qué? Porque en la gran mayoría de portadas aparecen los integrantes en diferentes posiciones, pero sin demasiados elementos de distintción, pero en ésta aparece un elefante en el centro y sus rostros en las esquinas.

Los iconos de comunicación no sólo son imágenes, pueden ser sonidos e incluso conceptos. ”Hola, soy Edu…” seguro que puedes terminar la frase (si vives en España, claro, y has visto la publicidad). Cuando queremos tomarnos un respiro o hacer un paréntesis, se ha popularizado decir: ”hacemos un Kit Kat”. ¿Recuerdas más ejemplos? ”Yo soy aquel negrito…”,

Es clave dotar a nuestra comunicación de iconos simples, y elocuentes. Para reconocer si lo tienes en tu comunicación hay un método muy sencillo. Simplemente préguntate: ¿Por qué se va a reconocer y recordar esta comunicación? (esté plasmado en un diseño, un mensaje, un sonido…)

Si tienes que pensar más de 5 segundos, no tienes nada realmente fuerte. Si salta a la vista lo que distingue a tu comunicación y la respuesta es obvia, ya lo tienes. Así de simple. Naturalmente, tendrás que ver si ese icono distintivo cumple los objetivos de imagen y comunicación buscados. Si pones un excremento, seguro que tienes un icono de distinción inmediato peeeeeero…

Ese ”icono” distintivo puede ser una pose. Por ejemplo, la famosa foto de John Lennon en posición fetal abrazando a Yoko Ono en la cama. O unas gafas singulares, como las de Gandhi. O una pregunta como ”¿Te gusta conducir?”. O un bastón como el de House, el protagonista de la serie homónima. O el famoso chupa chup de Kojak… ¿te acuerdas? Es cierto, algunos son ejemplos muy antiguos, pero mira cómo perduran en el tiempo. Está bien, algo más actual, el álbum de Justin Bieber… ¿Cuál? El que lleva la camisa violeta.

Pon iconos en tu comunicación, y verás cómo surge tu fumata blanca, no lo dudes ;).

Soluciones al test del inicio… por si acaso.
1. Obvio. 2. The Beatles. 3. Rolling Stone. 4. Ernesto ”Ché” Guevara. 5. Coca Cola. 6. Apple. 7. ZP. Zapatero Presidente.

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