4 pasos para hacer que las cosas ocurran
Propósito de Alicia al comenzar el año: aprender inglés, sin falta.
Realidad de Alicia al finalizar el año: sin falta, aprender inglés el año que viene.
Un gran número de metas se diluyen en el tiempo por el “esqueísmo”: es que no es el momento, es que no hay tiempo, es que no se cuenta con las personas apropiadas, es que primero está lo urgente, es que esto, es que aquello.
Objetivos muy importantes que podrían llevarnos a mejores destinos se dilatan eternamente y no se terminan de concretar nunca.
Uno de los mayores expertos en hacer que las cosas ocurran, Mahatma Gandhi, dio un consejo maravilloso: “Seamos el cambio que queremos ver en el mundo”.
¿Hubiera liberado a la India si hubiera dicho: “es que las condiciones no son las apropiadas”, “es que tengo mucho trabajo”, “es que…?
¿Quieres que las cosas sucedan de verdad en tu empresa y en tu vida? ¿Quieres por fin aprender inglés, poner en marcha esa idea magnífica de negocio, implementar ese plan de mejora, concretar todas las cosas que deseas? Te damos los cuatro pasos clave para conseguirlo.
01. Define tu meta y visualízate en ella.
Es el paso previo esencial para conseguir que las cosas ocurran. Si no está definido el puerto al que debemos llegar, será imposible saber cuál es el camino hacia él.
Una vez definido, visualízate en él. Si tu meta era aprender inglés, imagínate hablando inglés con un turista, leyendo un libro inglés, comprendiendo una película norteamericana en versión original.
Si el objetivo de la empresa es internacionalizarse, imagina tu empresa en el extranjero. Observa tus furgonetas en Nueva York, tu valla publicitaria en Sidney. Piensa en cómo resolver los problemas de trabajar en diferentes idiomas, costumbres, culturas.
La visualización es clave para que puedas proyectarte hacia la meta y hacerla tangible y no un mero sueño del clásico ”qué bonito sería”.
02. Traza la ruta.
Cuando vas a realizar un viaje, una vez decidido el destino, debes trazar un plan de ruta. Saber qué trayecto vas a seguir, por qué ciudades debes pasar, en cuál harás una parada, dónde comprarás productos típicos, etc.
Es esencial que tengas claro qué te acerca a la meta y qué no. Porque en el día a día te encontrarás atendiendo muchas cosas importantes o urgencias que no te estarán acercando a la meta. Son ramificaciones de caminos que, incluso, podrían estar haciendo que retrocedas.
Steve Jobs era un maestro en centrarse en lo que lo conducía a su meta. En 1997 cuando regresa a Apple, encuentra a la empresa con más de 30 proyectos en mano. Lo primero que hace es liquidar la mayoría de ellos y sólo centrarse en cuatro. ¿Para qué? Para que nada los distraiga de llegar a la meta.
03. Activa el cronómetro.
Ésta es la clave que hace que las cosas sucedan: pon plazos.
Volviendo al ejemplo del inglés. Lo que le sucede a la mayoría es lo siguiente:
- El 1 de enero tienen definida la meta.
- La primera semana del año, tienen claro que deben hacer un curso de inglés para alcanzar la
meta. - La siguiente conclusión es que “debería buscar qué curso realizar”. Y aquí es dónde suele
empezar el problema del esqueísmo. Es que ahora no tengo tiempo de buscarlo. Es que ya lo haré,
es que…
¿Cómo evitarlo? Poniendo fechas y horas.
En lugar de decir que “debería buscar un curso de inglés”. Se debe decir, del 8 al 12 de enero miraré qué cursos hay disponibles. El 15 de enero debo definir qué curso voy a hacer. El 16 de enero me matricularé, y así sucesivamente.
Grábate esto a fuego si pretendes conseguir tu meta: SIN FECHAS Y HORAS LAS COSAS NO OCURREN. Dicho de otra manera, SÓLO PONIENDO FECHAS Y HORAS LAS COSAS OCURREN. ¿Lo decimos de alguna otra forma para que quede claro que DEFINIR FECHAS Y HORAS ES LA CLAVE PARA HACER QUE LAS COSAS OCURRAN?
Cada objetivo debe nacer con un plazo asignado. Si sólo dices: Vamos a decorar la oficina con plantas. Seguramente, a los meses todo seguirá igual. Sin embargo, si al objetivo le añades que el martes a las 10 h. iremos a ver plantas al vivero. Lo más probable es que el miércoles la oficina
ya luzca muy diferente.
04. Toma el pulso y empuja.
Una vez puesto el plan en acción, debes ir tomándole el pulso para saber si los pequeños objetivos que nos conducen a la meta se están cumpliendo en los tiempos fijados.
Si todo va en tiempo y forma, date y da la enhorabuena y a continuar esa marcha.
¿Qué ha habido desviaciones y retrasos? Se toma conciencia de ello. Se hacen las correcciones debidas. Se fijan los nuevos plazos y se empuja, y empuja, y empuja.
Si pones en práctica estos cuatro pasos, te garantizamos que las cosas en tu vida y en tu empresa empezarán a ocurrir. No importa lo elevadas que sean tus metas, las harás realidad.