30 jul'18

¿Cuál es el papel del marketing en la economía colaborativa?

Si no tienes tiempo de leerlo, te damos la opción de oírlo 😉

Compartir en vez de consumir. Alquilar, en vez de comprar. Prestar en vez de tener. La economía colaborativa o consumo colaborativo es, según la revista Time, una de las 10 ideas destinadas a cambiar el mundo. Y lo cierto es que parece imparable. Cada vez son más plataformas las que surgen cuya idea de base es este concepto y cada vez son más los usuarios que las utilizan. Y ningún sector está a salvo. Primero fue el turismo, luego el transporte, después la inmobiliaria y ahora, el sector financiero.

Pero, ¿qué es la economía colaborativa?

Según Wikipedia, se define como “una interacción entre dos o más sujetos, a través de medios digitalizados o no, que satisface una necesidad (no necesariamente real), a una o más personas”.

O lo que es lo mismo. Yo tengo un coche, una plaza de aparcamiento, una habitación o una máquina de hacer palomitas. Y no lo utilizo, o por lo menos no todo el tiempo. Tú lo necesitas. Pues yo te lo cedo a cambio de una cantidad mucho más económica que si lo compras, de un servicio que tú me puedas prestar (por ejemplo, necesito clases de tai-chi) u otra cosa que que a mí me haga falta y tú tengas.

Y esto no es nada. La cosa acaba de empezar. ¿Y por qué lo está petando?

Hay varios factores que se conjugan y que han dado lugar al éxito de la idea: por un lado, un cambio en el concepto de posesión. Más importante que tener, es experimentar. Por otro, un sonoro “¡Ya está bien!” a los precios abusivos y al mal servicio. Y la guinda del pastel la pone la conciencia medioambiental y social, el desarrollo sostenible y la certeza de que, o buscamos un camino alternativo al consumismo desatado, o vamos mal.

Estamos entonces frente a un fenómeno que cambia por completo la idea de producto. Que utiliza nuevos canales para llegar hasta el cliente/usuario. Que coloca a éste por encima del precio. Y que se comunica directamente con él, a través de los medios digitales. Oh, my God. ¿Qué ha sido de las 4 P´s? ¿Y qué hacemos los marketeros sin ellas?

Quizás es hora de mirar a la 5ª P. A la P de personas. En un sistema que basa su supervivencia en la satisfacción del usuario, ¿no será la misión del marketing estudiar, analizar, cuidar del usuario para ofrecerle la mejor experiencia posible?

Y si, como todo lo nuevo, la economía colaborativa suscita problemas entre su competencia tradicional (véase sin ir más lejos Cabify vs taxi), ¿no puede ser el marketing precisamente la herramienta que ayude a acercar posiciones? ¿A procurar un entendimiento entre dos partes que no dejan de ofrecer un mismo servicio solo que de manera diferente?

Y si la economía colaborativa, precisamente por su desafío al sistema, produce suspicacia en el cliente más conservador, ¿no podría ser el marketing el puente para construir la confianza necesaria de manera que ese cliente se sienta seguro y se atreva a probar?

Sin duda estamos en un momento apasionante, la economía colaborativa supone nuevos desafíos, nuevos caminos y nuevos objetivos para los profesionales y los directivos. ¿Vamos?

SG Admin
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