Tips para mejorar tu productividad a la par que tu branding
Ya hace unos años que, con la pandemia, el teletrabajo llegó a nuestras vidas y con él un giro enorme en lo que se refiere a la organización del trabajo. Esto ha afectado a muchas empresas que se han visto forzadas a encontrar nuevas fórmulas que ayudaran a encontrar el equilibrio entre los objetivos de las compañías con las necesidades de los trabajadores.
Son aspectos que también afectan directamente al branding de una organización. De allí la relevancia que tiene abordarlo desde esta perspectiva.
Vivimos en un entorno que nos pide ser cada vez más competitivos y, al mismo tiempo, estamos en un momento en el que la racionalización del trabajo resulta crucial para preservar la salud mental de las personas trabajadoras.
Conseguir un equilibrio pasa por alcanzar una buena productividad. Pero ser productivo hoy no tiene nada que ver con lo que entendíamos en los 90, como en aquellas películas donde los ejecutivos trabajaban durante jornadas interminables y llegaban a casa a las tantas de la noche. Hoy se baraja incluso reducir la semana a 4 días laborables.
La experiencia de la empresa pionera en aplicarlo en España, Software Delsol, ha sido un éxito. Pero donde ha resultado más contundente el beneficio de la experiencia ha sido en el Reino Unido. Se llevó a cabo un ensayo de seis meses en 71 empresas, 61 lo han prorrogado y 18 lo han incorporado de manera definitiva.
El modelo se conoce como 100-80-100: 100% del salario, 80% reducción de jornada y 100% de mantenimiento de la productividad. Los resultados no solo beneficiaron a los trabajadores a quienes les disminuyó el índice de estrés y enfermedades. Las marcas también se beneficiaron, por ejemplo, se redujeron un 65% las bajas por enfermedad, aumentó la retención del talento ya que se redujo un 57% los empleados que abandonaban la empresa. Los ingresos se mantuvieron e incluso aumentaron un 1,4%, entre otros beneficios.
Por nuestra parte queremos compartir los 5 tips de planificación para que tú y tu equipo seáis los más productivos y eficaces. Aquí van:
1. Plantéate objetivos a largo y medio plazo.
Probablemente esto es algo que ya haces de forma habitual, pero es que establecer objetivos nos ayuda a orientarnos en tiempo y espacio. Dividir los objetivos a largo y medio plazo (por ejemplo: objetivos anuales y trimestrales) nos ayudará a definir qué queremos conseguir y cuáles son las metas intermedias. Además, nos permitirá planear los pasos y tareas necesarias para alcanzarlos trazando de este modo una especie de hoja de ruta.
2. Planifica tu semana.
Una vez definidos los objetivos a largo y medio plazo tendremos una guía para establecer los pasos a seguir. Es muy recomendable iniciar la semana, por ejemplo, el lunes para enfocar y organizar todas las tareas de la semana. De esta forma tú y tu equipo sabrán cuales son sus tareas y la prioridad que tiene cada una de ellas.
Cuando trabajas en varios proyectos esta planificación te resultará especialmente útil porque podrás avanzar simultáneamente en todos los
trabajos de un modo más tranquilo, conociendo los deadlines y adaptándote mejor al tiempo disponible.
3. Trabaja por bloques de tiempo.
Como sabes, la atención tiene altibajos. Los expertos apuntan que cada 15 o 25 minutos la atención decae. En conclusión, para ayudar a nuestra productividad deberíamos trabajar por bloques de tiempo y agrupando tareas similares. Hay diversos métodos como el “Pomodoro” en que se trabaja durante periodos de 25 minutos y se descansa 5. Cuando se llega a 4 pomodoros se realiza un break de 15 a 20 minutos y, tras esta pausa, se comienza un nuevo ciclo.
Lo que es interesante es que elijas la duración de los bloques que mejor te vayan a ti y que realices los descansos para airearte. Eso sí, procura que los bloques no duren más de 90 minutos para no quemarte.
4. “Trágate el sapo”.
Esa llamada que no dejas de postergar, la tarea que se te resiste, esa llamada o reunión que no te apetece nada… Lo mejor es realizar esa tarea o gestión que más te cuesta al principio de la jornada o lo antes posible. Una vez lo hagas, además de sentir que has hecho lo que te resulta más complicado, verás que el resto del día se hace más ligero y lo afrontas con la sensación de haber cumplido con una parte importante.
5. Revisa, mejora y sigue.
Una parte de la planificación es la revisión constante, no por buscar la perfección sino por adaptarla cada vez mejor a nuestra rutina y ser más efectivos.
¿No te ha pasado que has programado el trabajo de un día y no has llegado a la mitad de cosas? Planear, revisar y analizar el día o la semana nos permitirá, por ejemplo, ver qué tiempo requieren las tareas habituales, nos ayudará a ajustar la duración prevista de otras tareas y, por tanto, a ser más realistas con nuestro tiempo.
Si llevas a la práctica estos tips de productividad se proyectarán en tu imagen de marca, tanto ante clientes como empleados. Son consejos que aplicamos desde hace años y nos funcionan muy bien y estamos convencidos que también te ayudarán, si no los has implementado ya.