Cómo Inspirarte cuando te sientes Ininspirado

El momento se acerca a velocidad de vértigo. Debes tener listo… lo que sea: Un post, una campaña, un informe, una carta, un anuncio, una presentación, un pecha kucha, una conferencia, un artículo, una clase, un tweet, una historia, un libro, una estrategia, un invento… da igual. Pero las ideas no llegan. Tus neuronas parecen anestesiadas. No piensan. No saben. No contestan.
¿Qué hacer cuando estás ”in-inspirado”?

Tienes libros enteros hablando de esto, pero no tienes tiempo a estas alturas de ponerte a leerlos porque al terminar se te habrá vencido el tiempo y deberás entregar… lo que sea (pero no pierdas la ocasión de hacerlo en cuanto puedas). Además, todo maestrito tiene su librito, pero cada uno debe saber lo que mejor le funciona. Así que te comentamos algunas claves que posiblemente te ayuden a que las musas despierten tus neuronas para que cumplas en tiempo y forma, y hasta quizás, con matrícula de honor.

Thomas Edison, sin duda fue uno de los hombres más inspirados. De su ”Fábrica de invenciones”, como llamaba a su laboratorio, salieron la luz eléctrica tal como la conocemos aún hoy en día, la posibilidad de ver cine, la grabación y reproducción del sonido, y tantos otros inventos que nos han mejorado la vida. Pues, el decía que ”El genio es 10% de inspiración y 90 % transpiración”.

Pablo Picasso compartía esa idea pero lo expresaba así ”La inspiración existe, pero tiene que econtrarte trabajando”.

Así que nuestra primera lección está clara: tener las botas siempre puestas. No esperar a que se nos ocurra algo, sino buscarlo activamente.

Podrás decir, ”¡Ah muy bien! Pero si trabajo y me concentro y no vienen las ideas ¿qué hago?. En tal caso, otro de los grandes, Sigmund Freud, decía ”Si la inspiración no viene a mí, salgo a su encuentro a la mitad del camino”. ¿Cómo se hace? leyendo, observando, analizando, escuchando, repasando, viendo cómo lo han hecho otros, haciendo cosas diferentes sin aparente relación con lo que buscamos pero intentando vincularlas con eso… en resumen, teniendo los ojos y la mente abiertos.

Hablando sobre esto mientras tomábamos un café con varios amigos, unos creativos, otros diseñadores, otros artístas, otros empresarios, era curioso que cada uno tenía sus propios sistemas de inspiración, pero casi todos coincidíamos en algunos puntos. Resumimos aquí algunos de ellos porque creemos que estos ”trucos” te pueden venir bien.

1. ”Esponjarse”. Es decir, hacer de nuestra mente una esponja. Empaparnos de toda fuente que nos acerque al objetivo. Dependiendo de qué debamos hacer, hay revistas, webs, blogs, museos, libros, obras, etc. que son un excelente punto de partida. Por ejemplo, para diseñadores, arquitectos, publicistas, interioristas, gente de marketing… sitios como www.thecoolhunter.net, www.thesartorialist.com, o www.trendsnow.net, son un excelente escaparate de tendencias e inspiración.

2. ”Disparatear”. Lanzar ideas sin ningún tipo de complejos, por disparatadas que sean. En otras palabras, el famoso brainstorming, torbellino de ideas, o lluvia de ideas. Es fundamental que quede prohibido prohibir. Es decir, todo vale. Porque muchas veces a  partir de un disparate, o asociándolo con otro pueden surgir las ideas más brillantes.

Agustín Medina, uno de los grandes creativos publicitarios españoles, autor del libro ”Ideas para tener ideas”, lectura obligada, dice que la experiencia es la peor consejera de la creatividad. Por lo tanto es fundamental romper con lo lógico, y ver las cosas desde puntos de vista diferentes e ilógicos. Un avión que no vuela, un coche sin ruedas, pueden conducirnos a nuevas soluciones brillantes. Pero hay que atreverse a pensar sin lógica ni experiencia.

3. ”Visionar”. Consiste en pasar las ideas a imágenes. De esta manera ”pescamos” los pensamientos para que no se nos escapen. Por ejemplo, nuestro objetivo es concienciar a determinado público sobre ecología. Varios pensamientos nos rondan, transmitir la idea de reflexión, naturaleza deteriorada, necesidad de cuidarla, vinculación de la naturaleza y el hombre, etc. Una forma de ”pescar” esos pensamientos es visualizar el pensador de Rodin proyectando una sombra de árbol sin hojas. También valdría un ser humano encadenado a un árbol, dando a entender la vinculación del destino del hombre a la naturleza, etc. Con esas imágenes será más fácil capturar los pensamientos.

4. ”Zapatizar”. Es decir, ponernos en los zapatos de otros, sean seres humanos, animales o cosas. Por ejemplo, un ejercicio interesante consiste en hacer reflexiones preguntándonos si nuestro tema (sea una marca, un producto, un artículo, etc.), fuera un coche ¿cual sería?, ¿y si fuera un animal?, ¿y una película?, ¿y si fuera…?

Existen muchas otras formas de buscar inspiración pero será motivo de un siguiente artículo. Por el momento, puedes ir haciendo estos ejercicios y verás que las musas comienzan a despertar tus neuronas y poco a poco se esfumará el fantasma de la ”in-inspiración”.

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