Social Commerce: en busca del "Me lo Compro"
¿Por qué conformarse con una simple compra online cuando podemos ofrecer a los usuarios una experiencia de compra diferente? ¿Por qué dejarles que compren desde el anonimato cuando podrían comprar motivados por los comentarios de amigos y familiares? ¿Por qué no dar el salto del e-Commerce al s-Commerce?
Las tiendas y los outlets online ya llevan un tiempo entre nosotros, algunas casi diez años, y la mayoría ya ofrecen desde hace mucho determinados descuentos por “enganchar” a su base de datos a amigos y familiares de los usuarios. ¿Quién no ha enviado varias invitaciones para recibir un cheque de 5€ por cada amigo o familiar que se dé de alta en una determinada tienda online?
Esto que comenzó como una sencilla forma de captación de leads o posibles clientes de los productos o servicios de una determinada tienda online, ha acabado siendo el principio del S-Commerce. Su evolución, evidentemente, gracias a las redes sociales, ha sido rápida y lógica, ofrecer a los usuarios esos descuentos o cheques regalo en función del número de personas a las que han recomendado esos productos o servicios. Y dar pie al tan ansiado boca a boca que tanto gusta a las marcas.
Por supuesto, las marcas tienen que poder ofrecer a los usuarios productos o servicios acordes a su perfil, poniendo a su disposición ofertas personalizadas e invitar a éste a que las comparta y valore, pero sobre todo, tienen que proporcionar a los usuarios una experiencia de compra diferente, que no se parezca a la que ya reciben por parte de otros canales online y offline, se trata de que el usuario no compre “solo”.
Pero como siempre, esto no es un dar por dar y a esperar a ver qué pasa. Este tipo de ventas tienen que responder a una estrategia por parte de la marca, y no quedar como algo puntual. Si queremos que nuestra marca sea una marca social, una marca online, en definitiva, una marca que ofrece una experiencia diferente a sus usuarios, tenemos que plantearnos una estrategia para dar el salto al S-Commerce. Y en España actualmente, muy pocas empresas tienen una estrategia definida para ofrecer esta nueva experiencia de compra.
Es algo sencillo, si durante años las marcas generaban comunidad en sus establecimientos y ofrecían descuentos a sus usuarios por repeticiones de compra o por traer a amigos o familiares, ahora es lo mismo pero online:
S-Commerce: WOM + Comunidades Online
Muchas marcas llevan meses, incluso años, generando sus propias comunidades en redes sociales, ¿por qué no hacer algo con estas comunidades más allá de la mera fidelización cuando vendemos productos o servicios? Pero ojo, no confundamos el S-Commerce con vender a través de las redes sociales simplemente. Como ya hemos dicho, se trata de enriquecer la experiencia de compra del usuario mediante la obtención de beneficios, en forma de descuentos o regalos, gracias a las recomendaciones que se realicen sobre el producto, servicio o marca.
Aquí entra en juego la famosa “viralidad” de la red, que hay que aprovechar para generar esta nueva forma de venta, y que puede abrir nuevos horizontes a la venta online, con el único peligro de dar la sensación de olvido de los canales tradicionales, que dependiendo de los casos y sectores, habrá que compensar de alguna forma para que no parezca que únicamente se beneficia a los usuarios que compren online.
Hoy en día las empresas se enfrentan al reto de llevar a cabo un cambio en sus estrategias online, tras años de captación y segmentación por perfiles de sus clientes, ahora tiene que servir para algo más que ofrecer a cada cliente los productos o servicios más acordes con sus gustos, o simplemente de redirigir el tráfico de sus comunidades online a su web. Se trata de combinar estas estrategias sumándoles una buena dosis de creatividad e imaginación, para seguir proponiéndoles ofertas personalizadas con el fin de que las comparta y valore, y de esta forma se consiga optimizar todo el trabajo realizado durante años.
Basta con leer algunos de los principales blogs y publicaciones de marketing para poder ver algunos ejemplos de S-Commerce, eso sí, todos ellos por parte de marcas estadounidenses, que como en muchos aspectos del marketing suelen ser los pioneros. Starbucks, la marca más enfocada a internet y a llevar a cabo todo lo que la red, las redes sociales y las nuevas tecnologías ofrecen, es una de las que ya ha empezado a realizar estas prácticas, hasta el punto de que con el fin de socializar el uso de su tarjeta de fidelización, permitió, por ejemplo, invitar a un café desde una parte a otra del planeta.
Otros ejemplos son los de Disney, que vendió anticipadamente las entradas de uno de sus últimos estrenos, Toy Story 3, a través de las redes sociales; o el de Andy X, una película musical sobre Andy Warhol con un precio de 6’99$, y que ofrecía un descuento de un centavo por cada persona a la que se la recomendases.
Y esto es sólo el principio. Está claro que el futuro es social en muchos aspectos, ahí está el crecimiento de las redes sociales. Ahora sólo queda que las marcas sepan apostar por ellas y aprovecharlas a fondo, eso sí, con cabeza y una buena estrategia.