Tipografías: Cuentan mucho más de lo que dicen
Una nueva tienda de ropa joven de moda, había inundado la ciudad con folletos, carteles, anuncios publicitarios y con un enorme rótulo en su fachada con las letras que anunciaban su marca.
Los escaparates y el interior de la tienda contaban con una excelente representación de las marcas más punteras. Los ciudadanos estaba ávidos de un sitio así, porque no había nada similar en la metrópoli. Sin embargo, a pesar de la expectativa inicial, la tienda no terminaba de remontar. Había algo extraño que no encajaba con la gente joven.
Al poco tiempo, se inauguró otra tienda con similares características. También se anunció mediante folletos, carteles y otros medios publicitarios con un mensaje muy similar a la primera tienda, pero esta vez resultó ser un éxito rotundo. Los jóvenes conectaron de inmediato con ella y no pararon de comprar. La tienda pionera tuvo que cerrar por falta de visitantes, sin entender por qué habían tenido tan ”mala suerte”, mientras éstos recién llegados se habían comido todo el mercado.
¿La culpable de la ”mala suerte”? Una tipografía. Sí, exactamente. La elección de un tipo de letra totalmente inadecuado para los jóvenes fue la causa de que la primera tienda fracasara. Habían cometido el error de poner su nombre en una tipografía antigua repleta de ornamentos pasados de moda, que en los años en los que el dueño era joven resultaba muy atractiva, pero no para la juventud del siglo XXI.
Las tipografías transmiten un mensaje en sí mismas más allá de lo que dicen las palabras que pregonan. ¿Hacemos un pequeño ejercicio? ¿Cuál de estas dos tipografías crees que tendría más éxito en una tienda de moda para adolescentes?
Si has elegido la 2, es que conoces bastante bien los gustos de la gente joven. Si has dicho la 1… seguramente no estás leyendo este artículo porque ya estarás disfrutando de tu jubilación hace tiempo.
Sin embargo, si debemos escoger una de estas tipografías para el tarjetón de una boda clásica, seguramente no tendrías dudas en escoger la 1.
Esta claro que más allá de lo que dice una letra, su forma gráfica comunica, seduce y empatiza o provoca rechazo, antipatía y desinterés. Por eso, es fundamental la elección de los tipos de letras que se han de utilizar en nuestra comunicación. Esa elección ayudará a alcanzar el objetivo, por el contrario, lo dificultará o no jugará ningún papel relevante cuando podría hacerlo.
Hoy veremos algunos principios básicos para que tengas más claro qué tipografías elegir para acertar.
A tener en cuenta:
A. Debes tener muy claro qué valores, imagen y mensaje deseas transmitir. Si esto no lo tienes definido, será muy difícil que sepas qué tipo de letra escoger.
Con esto en mente, debes considerar otros factores importantes.
- Funcionalidad. La función primera de una letra es transmitir un mensaje y para ello debe ser muy legible. Por lo tanto, para los textos largos, especialmente que se leerán en forma digital, conviene utilizar tipos Sin Serif, o llamadas comúnmente, ”letras de palo” porque suelen cansar menos la vista y facilitan la lectura. Por citar algunas: Arial, Helvética, Verdana, etc. Sin embargo, sobre papel, funcionan muy bien también algunas letras Con Serif discretas (es decir, con pequeños remates o pequeños adornos, por lo general situados en los extremos), por ejemplo, la Times New Roman, empleada por varios periódicos y revistas.
- Personalidad. Para dotarle el carácter que refuerce el mensaje, conviene emplear tipografías con una personalidad singular. Pero por lo general, no deben utilizarse en los textos largos, sino se reservarán para titulares y subtítulos en tamaños mayores. Esto añadirá personalidad sin perjudicar la legibilidad.
- Límites. No es conveniente utilizar más de dos tipos de letras. Si se salta esta norma, que por supuesto es posible siempre y cuando se responda a un objetivo concreto de comunicación, como por ejemplo, en este post utilizamos 8 tipografías distintas más la del texto general y el titular, para poder ilustrar lo que estamos diciendo.
- Contrastes. Para ser legible, es fundamental el contraste que exista entre la letra y el fondo, cuando más contraste mejor se leerá. El mayor contraste es el de letras negras sobre fondo blanco, a la inversa no es tan legible. Si empleas masas de color de fondo, busca siempre el mayor contraste. Si el fondo es claro que las letras sean oscuras y viceversa.
- Resaltar. Para destacar partes del mensaje, conviene jugar con los tamaños, negritas, cursivas o colores, pero ten mucho cuidado en ser moderado y no abusar de estos recursos.
Hay muchos más consejos a tener en cuenta… interlineado, ancho de letra, etc. pero como norma general, recuerda que debe ser legible y reforzar lo que quieras comunicar.
Si no quieres que tu mensaje fracase, como la tienda de nuestro relato inicial, toma nota y escribe con buena letra, porque las tipografías cuentan mucho más de lo que dicen 😉