La Hoja en Blanco: 6 Consejos para Enfrentarse a ella
Si eres blogger lo entenderás enseguida, ya que seguro que ya habrás sufrido esta situación en más de una ocasión (más o menos, cada vez que tienes que redactar un post), y si no lo eres, haz esta prueba: elige un tema, el que quieras, uno que te guste, abre un documento en blanco y ponte a escribir. Parece fácil ¿verdad? Pero en cuestión de segundos te quedas igual que la hoja que tienes delante, en blanco.
Tanto uno como el otro conocéis bien el tema que habéis elegido, u os habéis informado bien sobre el mismo, pero antes de empezar a redactar es imprescindible llevar a cabo una serie de ejercicios para poder plasmar en el papel todas las ideas que rondan en vuestra cabeza, con orden y dándole sentido al texto.
En ocasiones, el problema también viene porque no se tiene un tema claro del que hablar. Iniciarse en la aventura de escribir en un blog no es algo fácil, tenlo en cuenta, tienes que tener clara la temática del mismo, quién es la gente que te lee, y estar preparando contenidos constantemente. Al principio puede parecer sencillo, pero a medida que consumas las principales cuestiones sobre el tema elegido, el poder de la hoja en blanco será mayor y tu inspiración será más necesaria.
Por ello, te vamos a dar seis consejos clave que deberás tener siempre presente para poder combatirla, y mantener tu blog siempre al día sin ahogarte en la generación de contenido propio:
- Empecemos la casa por los cimientos: ¿Quién te lee? Si, así de fácil. Lo primero de todo es saber a quién te diriges o quieres dirigirte. ¿Lo tienes claro? Si no lo has hecho antes de empezar con tu blog, deberías tomarte un momento para pensar e identificar a tu público objetivo. En ocasiones, según la temática elegida, el público que te lee puede que cambie con el tiempo, así que no dejes de controlar este punto, ya que te servirá de termómetro para medir si tu elección de temas es correcta.
- La especialización te puede facilitar la tarea: Internet está lleno de blogs de múltiples temáticas, no empieces un blog si no tienes claro de qué quieres hablar. ¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué quieres transmitir? Si tú no lo tienes claro tu público menos, y no tardarán en dejar de leerte. Puedes elegir un tema genérico como la medicina, por ejemplo, y tratar diversos temas, tantos como especializaciones tiene este campo. Pero no es aconsejable empezar hablando de medicina y acabar hablando de albañilería. O puedes elegir directamente una de las especializaciones de la medicina, la traumatología por ejemplo, y hablar sólo sobre ella. Como más te guste, pero tenlo claro. No empieces un blog sobre traumatología y acabes hablando de pediatría. Ya que perderás a los lectores que ya te habías ganado.
- La inspiración no viene como caída del cielo: Lee, anota y piensa. Estas tres tareas son fundamentales. Es imprescindible mantenerse al día de la temática elegida, ya que la inspiración no te va a llegar justo cuando te sientes delante del papel. Leer acerca del tema te ayudará a conocer otros puntos de vista, nuevos detalles que desconocías, a identificar corrientes de pensamiento, las últimas novedades… Importante: cuando leas ten siempre a mano un lápiz para anotar todo aquello que te llame la atención, las ideas que te surjan sobre la marcha, las reflexiones que te vengan a la cabeza… Estas anotaciones te ayudarán a componer tus futuras creaciones. Pero antes de ponerte con ellas, párate y piensa. No te tires como un loco a copiar esas ideas juntas en un papel, analízalas bien. Esto te ayudará a una mejor comprensión del tema, a ver temas que no han sido tratados, o que sí lo han sido pero no desde tu punto de vista. Se trata de aportar tu granito de arena, ya que seamos claros, internet es inmenso y muy posiblemente alguien ya haya hablado sobre el tema, pero la diferenciación es la clave, y si lo que tú ofreces es percibido como mejor, te ganarás al público.
- El carácter es clave en un listado: La inspiración no llega todos los días, así que como se suele decir: “más vale lápiz corto que memoria larga”. Hazte una lista de temáticas que te gusten, o que creas que no se han abordado, y ordénalos según aquellos que te resulten más fáciles de tratar. En este punto tu formación, tus gustos, tus conocimientos… todo influirá. Se trata de hablar de temas con los que te sientas más cómodo, para que vayas adquiriendo experiencia más rápidamente. Y a medida que vayas avanzando crea una segunda lista con posibles artículos. La combinación de ambas te ayudará a tener siempre algo de lo que escribir.
- No hay partido sin entrenamiento: La práctica hace al maestro. Coge papel y lápiz y ponte a escribir sobre algún tema. Redacta composiciones no muy largas, de unas 600 palabras. Se trata de experimentar con la parte más complicada: plasmar tus ideas en el papel. Ahora te vendrán a la mente aquellos momentos en la escuela cuando el profesor de lengua decía: “sacar papel y lápiz, que toca dictado”. Entonces el tema lo ponía él, y tú te limitabas a escribir. Ahora viene lo difícil del caso, ponerte a redactar por tu cuenta. Este ejercicio te ayudará a darle forma a tu estilo de comunicación, ya que más o menos elaborado o perfilado, todos tenemos nuestro estilo propio. Y sobre todo, ¡Cuida la gramática! Un estilo agresivo no tiene porque ser malo para captar lectores, pero una mala redacción con faltas de ortografía te puede dejar “solo” en la red.
- Promoción, promoción, promoción: Sí, esto son seis consejos para enfrentarte al papel en blanco, pero una motivación más para ayudarte a escribir es el ver cómo crece tu blog y la cantidad de lectores que tienes. ¿No estás de acuerdo? Así que dedicar una parte del tiempo a promocionar tu blog y difundirlo por la red te ayudará a conseguir el éxito que andas buscando.
Éstos son nuestros consejos, y los pasos que seguimos desde que empezamos para seguir adelante con nuestro blog. Y de momento no nos ha ido nada mal, semana a semana ya llevamos 2 años con él y nuestra “fuente de artículos” no se ha secado ;).
Cada maestrillo tiene su librillo, y seguro que tú también tienes tus trucos personales ¿nos los cuentas?