23 mar'15

La visión de 10 palabras que catapulta empresas

–¿Qué destino tiene este barco?– le preguntaron al capitán.
–Bueno, –respondió– nosotros somos expertos navegantes y éste es un barco maravilloso para navegar.
–¡Estupendo! pero ¿cuál es su destino?
–Pues… navegar. Nosotros nos centramos en navegar bien.

¿Te haría ilusión subirte a este barco? ¿O a uno cuyo destino simplemente sea pasar a la otra orilla sin más ambición?

Las empresas, y la vida de las personas, son como un barco. Si no tienen una visión clara y ambiciosa de su destino, seguramente pasarán sin pena ni gloria.

Gracias a su visión, empresas como Apple, Starbucks, Google, Zappos, entre otras, han logrado un liderazgo indiscutido. Han sido capaces de inspirar y enamorar a miles de clientes que les son fieles, e incluso han cambiado en gran medida el mundo.

Algunas empresas, como está de “moda”, redactan su visión, misión y valores pero a la hora de la verdad, es un mero formalismo. No está insertado a fuego en su adn, que es lo que en realidad hace que las personas y las empresas sean lo que son.

¿Cómo debe ser una visión realmente efectiva e inspiradora? Básicamente debe cumplir tres requisitos.

1. Concreta.

El puro bla-bla y la ambigüedad son los mayores enemigos de una visión. Las visiones efectivas son específicas, concretas, fáciles de visualizar.

Cuando Howard Schultz, director general de Starbucks, definió cual era su visión del negocio lo expresó así: “Starbucks… es un tercer lugar entre el lugar de trabajo y el hogar.”

Es específica y muy clara.

Lo ideal, incluso, es fijar un calendario. Como lo hizo John F. Kennedy, cuando en 1961 ante el congreso de los Estados Unidos, lanzó su visión y desafío: “…antes de que termine la década, debemos poner un hombre en la luna y devolverlo sano y salvo a la tierra”. En 1969, Neil Armstrong era el primer hombre en dejar su huella en la superficie lunar. ¿Qué hubiera pasado si la visión de Kennedy no hubiera incluido un tiempo para cumplirla?

2. Breve y precisa.

Cuando dos estudiantes se presentaron en las oficinas de Sequoia Capital para obtener financiación para su proyecto, los entrevistadores les preguntaron cuál era su visión. Ellos les respondieron:

“Dar acceso a toda la información mundial con un clic.”

Los ejecutivos de la empresa de capital riesgo quedaron tan impresionados que no sólo financiaron el lanzamiento de Google, también añadieron una exigencia a todos aquéllos que solicitaran financiación: debían dar su visión del negocio en 10 palabras o en menos. Ellos sostienen que si no eres capaz de definir tu visión en pocas palabras, no merece la pena invertir en tu proyecto.

3. “Contagiosa”.

Una visión debe ser capaz de persuadir y de inspirar, pero eso no se consigue si no se conoce. Es indispensable difundirla. Que todos, –trabajadores, inversores y clientes– la conozcan ampliamente y la asuman.

La visión original de Steve Jobs para Apple –y que fue el motor de su lanzamiento– era: “Un computador en las manos de la gente común.” ¡9 palabras, no hacían falta más!

Por activa y por pasiva, Jobs comunicaba esa visión. En cada entrevista, en reuniones, conferencias, en los encuentros de tú a tú con el personal. Porque ésa es la forma de que una visión se contagie, se extienda y se cumpla.

¿Cuál es la visión de tu empresa y de tu vida? ¿La podrías definir en 10 palabras o menos? Inténtalo, porque puede ser la clave para catapultarte hacia un destino más pleno.

Carmen Salas
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