¿Qué formas atraen a los compradores? El neuromarketing lo revela.
En torno a 7 segundos antes de tomar una decisión, nuestro cerebro ya lo ha hecho en el subconsciente, según nos lo revela la neurociencia.
Esto significa que las decisiones las tomamos antes de tener consciencia de ellas. Digamos que nuestro cerebro “trabaja solito” procesando todos los estímulos, experiencias e información necesarios para tomar una decisión, y la toma. Luego nos hace conscientes de lo que ha decidido.
Pero ¿qué influye en nuestro cerebro para que se decida por una determinada opción?
La complejidad de nuestra materia gris es tal que, seguramente, aunque existan grandes avances científicos, no existirá una respuesta total y certera. Sin embargo, tenemos pistas contundentes que nos permiten saber qué cosas favorecen esa decisión.
Hoy veremos una de ellas: sabemos cuáles son las formas que más atraen a nuestro cerebro y, por tanto, inclinan favorablemente la decisión de compra.
El cerebro adora las formas orgánicas, o fluidas. Esto significa que una curva lo seduce mucho más que una recta.
Si observamos la naturaleza, la mayoría de elementos que la integran son curvilíneos. Hay pocos ángulos de 90º y los que hay, suelen provocar dolor si topamos con ellos –el ángulo de una piedra, por ejemplo. Dicho de otra manera, los productos que imitan las formas amables de la naturaleza resultan mucho más atractivos y, por lo tanto, tienen más posibilidades de ser elegidos.
Hay envases que al redondearse han logrado aumentar las ventas de un producto. Uno de los ejemplos constatados es el de Windows 7. La caja original de lanzamiento era cuadrada. Luego una de las esquinas la hicieron curva y VOILÀ! las ventas aumentaron notablemente.
Otra de las marcas que cambió su envase para hacerse más atractiva para el cerebro, es la clásica sopa Campbell’s. Además, añadieron elementos que estimulaban más el apetito, como incluir humo en el plato de sopa de la lata, pero ése es otro tema.
¿Cuál de estas dos sopas te apetece más?
Los ejemplos de éxitos se extienden a todo tipo de productos, desde la clásica botella de Coca-Cola –que resulta atractiva no por parecerse a una mujer, como se pensaba en una época, sino por incluir curvas que es lo que el cerebro ama–, hasta coches, productos tecnológicos, etc. Y prácticamente todos con gran éxito.
Así que ya lo sabes, si quieres que tus productos, tu logotipo, tu decoración, tu diseño, tus anuncios resulten más atractivos para el inconsciente de tus clientes y sus cerebros se decidan por ti, pon curvas en tu vida.