2 gestos de Obama que harán que le caigas bien a tu interlocutor
¿Qué tienen esas personas que, en cuanto las saludas y aunque no hablen, te caen bien?
El secreto está en los gestos que hacen. El cuerpo habla, incluso, con más fuerza que las palabras.
Por ejemplo, podemos decirle a alguien “ te odio”, con una enorme sonrisa y una expresión cómplice, y el mensaje cambia radicalmente por la fuerza que tiene el lenguaje del cuerpo.
Por todos es sabido que, especialmente los políticos, aprenden las expresiones corporales que beneficiarán a su imagen. Sea para transmitir confianza, para ganar la simpatía de los votantes, para resultar cercanos, etc.
Lo cierto, es que existe un secreto y muchos trucos. El secreto es SENTIR. Cuando sentimos nuestro cuerpo en forma natural, sigue a nuestro sentimiento.
De esta manera, si nos encontramos con un amigo muy querido que hace tiempo no vemos, nuestra boca se estira en una gran sonrisa, nuestros ojos se abren, nuestros manos y brazos se extienden para cobijarlo en un abrazo.
Y todo eso ocurre naturalmente. No estamos pensando: ahora voy a sonreír, ahora voy a extender mis brazos, lo voy a abrazar 20 segundos. ¡No! Nuestro cuerpo reacciona automáticamente.
Cuando una persona es sociable y le gustan los demás, aunque sea la primera vez que los ve, hace gestos que a los demás les provoca la reacción de “¡vaya! qué encantador este tío, qué bien me cae.”
A esas personas, esos gestos les nacen naturalmente porque los sienten. Pero ¿qué pasa cuando no se siente?
Entonces surge lo que llamamos “trucos”. Es decir, como un buen actor, representamos el papel haciendo los gestos que se harían si se siente de verdad. Pero tarde o temprano, siempre surgirá otro gesto involuntario que deje en evidencia al “trucador”.
Hoy vamos a compartir dos gestos que hace Barack Obama al saludar y las personas que suelen caer bien a los demás. Pero nunca debes olvidar, que sólo convencerás totalmente, si sientes de verdad.
Saluda con las dos manos.
Lo peor que puede haber, es dar la mano como si de un ente muerto se tratara. La mano, cuando hay aprecio, se estrecha con firmeza –pero no con fuerza. Eso es lo primero. Pero sólo dará la impresión de cortesía si te quedas ahí. Para causar sensación de cercanía y de aprecio… ¿qué harías? Recuérdalo un instante. Cuando saludas a alguien que aprecias de verdad aunque no sea un gran amigo ¿qué haces además de darle la mano? Por lo general dos cosas:
- La mano libre también se suma al saludo envolviendo con ambas la del interlocutor. Pero cuidado, en forma paralela. Si es una sobre otra, podría ser un intento de ejercer poder sobre el otro.
- Pero el gesto más elocuente de cercanía, es cuando con la mano libre, se toca el brazo de la otra persona en una actitud de acercamiento. También cuidado aquí, porque el brazo a la altura de los hombros, también es una forma de querer imponerse al otro.
Barack Obama es un maestro de los saludos. Si lo hace con sinceridad o por truco, es su problema, pero lo hace de maravilla. Por ejemplo, fíjate como ha creado cercanía con su gesto, nada más ni nada menos que con Raúl Castro. Hasta hace dos días, el líder del país “archienemigo” de la nación que preside.
Parecen dos gestos inocentes, pero son extremadamente poderosos a la hora de crear vínculos y caer bien a nuestros interlocutores.
Si los pones en práctica, acompañándolos con una sonrisa y mirándo a los ojos con sinceridad, verás como tus amigos se sentirán más amigos, tus conocidos notarán que ahora eres más cercano, y hasta tus negociaciones, tus ventas, tus relaciones en general, se encauzarán con mayor suavidad para ti.
¿No te lo crees? ¡Pruébalo! No te cuesta nada y puedes ganar mucho. Muchísimo. Piénsalo un momento… El saludo de la foto ¿no habrá contribuido a derribar una barrera de más de 50 años? Entonces, quién sabe lo que te ayudará a conseguir a ti si lo haces con sinceridad ;).