Los 6 errores que hundirán tu tienda online
Es indudable el crecimiento imparable de las tiendas online a juzgar por los datos que reflejan algunos estudios como el de la empresa RetailMeNot. Según el mismo, cada español destinará 661,62€ a compras a través de la red durante este año 2015, lo que supone un incremento del 8,9% respecto a 2014. En cifras globales, las ventas por internet en España alcanzarán un montante de 10,81 billones de euros, cifra que llegará a los 12,81 billones en 2016.
Cabe pensar que las cosas se están haciendo muy bien en este canal. Precisamente por eso, es importante no dejarse llevar por estas cifras tan atractivas, preparar un buen plan de marketing y lanzarse a la piscina con un plan y un flotador, si no quieres cometer algunos errores que podrían costarte muy caros.
Cuando se muestran estas cifras que comentamos, siempre se habla de lo bueno y casi nunca de lo malo. Así que hemos decidido darte una visión un poco más completa enseñándote cuales son los peores errores que se pueden cometer en una tienda online y que podrían salirte muy caros.
1. No hace falta invertir
Tan sencillo como eso. Si no inviertes en tu proyecto para ofrecer algo de calidad no esperes muchos beneficios. Todo proyecto necesita de una inversión inicial para poder ver después su ROI correspondiente.
No seas de los que prefieren probar con algo gratis y ya si funciona entonces invertir. ERROR. Como ésos hay muchos y no vas a ofrecer nada distinto a ellos y que destaque, así que no esperes ingresar lo suficiente para esa supuesta inversión. Hazla de inicio, diferénciate, y tu tienda lo agradecerá.
2. Interrogar al cliente a la primera de cambio
Hoy en día es muy importante hacerse con una buena base de datos de clientes a los que poder informar de nuevas ofertas o de las últimas novedades. Y está claro que la principal forma de hacerlo es mediante el registro a través de la tienda online.
Pero aquí viene el problema. Muchas tiendas obligan al usuario a registrarse para poder comprar, y cuantas más dificultades se le planteen al usuario, menos comprará. Planteamos dos alternativas.
La primera, si tienes claro que sí o sí han de registrarse, deja este paso para el final, justo después de que el usuario haya validado su carrito de compra. En ese momento será menos reacio a dar sus datos.
La segunda, dar la opción de comprar sin registrarse. De ese modo puede que notes un aumento importante de la conversión frente al lento crecimiento de tu base de datos. Ahora bien, un buen incentivo para la siguiente compra puede cambiar esto y conseguir que ese usuario se registre.
3. El cliente no es Google
Muchas veces el usuario conoce parte del nombre, el modelo, la categoría de producto… pero no recuerda otros aspectos y por supuesto no conoce como estructuras tu web.
Un buen buscador interno que le ayude a encontrar lo que busca aumentará la tasa de conversión. Pero cuidado, porque si el buscador falla o tiene problemas, el efecto será más bien el contrario, disuadirá de volver a tus usuarios al no encontrar lo que buscan.
4. Sin imágenes no hay ventas
Al igual que te gusta ver los productos expuestos en una tienda física, al usuario le gusta ver buenas imágenes de lo que desea comprar. Es más, la calidad y cantidad de las mismas tiene que ser lo más alta posible, ya que en este caso el elemento tangible no existe.
Una imagen de baja calidad y pixelada es sinónimo de producto de baja calidad o, en el peor de los casos, de intento de engaño.
A mayor cantidad y calidad de información visual que tenga el usuario, menos dudas tendrá, venderás más y tu tasa de devoluciones será lo más baja posible.
Fotos, imágenes animadas, en 3D, vídeos… hoy en día puedes ofrecer cantidad de material.
5. No ser transparente
Se claro y transparente desde el primer segundo. Nunca escondas el precio final ni los costes de transporte.
Tu tasa de abandonos a mitad del proceso de compra aumentará si tras haber encontrado todo lo que desea, de repente se encuentra con unos costes de envío muy elevados. O si después de anunciarle un precio, a medida que llega al cierre de la compra “aparecen” costes o tasas inesperadas. Un claro ejemplo de ellos son las aerolíneas y sus famosos precios gancho que no incluyen las tasas de embarque, los gastos de gestión…
Déjalo claro desde el principio, y si de verdad están interesados en tu producto lo comprarán, y evita este tipo de prácticas que sólo generarán desconfianza entre tus clientes.
6. No medir los resultados
Este punto es un punto común para prácticamente todo lo que hagas en la red. Sabemos que somos muy repetitivos, pero aquello de “el instinto para las ventas” sólo vale para las tiendas físicas (y ya casi ni para ellas).
Déjate de instintos y pásate a los embudos. A través de Google Analytics puedes medirlo todo, así que no dejes al azar el rumbo de tu tienda online. Activando la opción de e-Commerce podrás ver en qué punto de la venta pierdes clientes para tratar de corregirlo gracias a los embudos de conversión, cuáles son tus productos estrella y cuáles necesitan un empujón comercial, desde qué red social te llegan más clientes… En definitiva, pulir tu tienda e ir mejorándola poco a poco.
Así que ya sabes, una tienda online es como un hijo, requiere de tu atención y tus cuidados para seguir creciendo 😉