7 mar'16

Pequeñas batallas para superar tu timidez y ”vender” tus ideas

Prácticamente todas las personas somos tímidas, aunque con diferente intensidad. Esto hace que nos perdamos muchas cosas buenas, y una de las más importantes, es que no seamos capaces de defender nuestras ideas profesionales.

El propio Woody Allen decía que “De no ser tímido, habría tenido una vida mejor”. No es el único famoso que confiesa ser tímido, están en la lista, Johnny Deep, Lady Gaga, Jessica Alba, Alejandro Sanz, y la enumeración sería interminable.

La cuestión, es que no es algo malo en sí mismo, pero cuando inhibe nuestro talento o no nos permite triunfar por no superar ese temor a relacionarnos y expresarnos, entonces sí se torna un problema que debemos superar.

Te dejamos un consejo que te puede ayudar a superar progresivamente tu timidez.

Gana pequeñas batallas.

Según un estudio del psicólogo Philip Zimbardo, el país que menos tímidos tiene en el mundo –con un 30%– es Israel. ¿Sabes por qué? Porque cuando los niños hacen bien algo, los padres y la gente mayor alaban su éxito, y el pequeño toma seguridad en sí mismo. Si no logra algo, la culpa no se la echan a él, sino a otros factores, entonces se estimula la toma de riesgos. El ejemplo que pone el psicólogo, es que si el pequeño quiere elevar una cometa y lo consigue lo felicitan. Si no lo logra, la culpa se la atribuyen al viento o a otro factor.

En contrapartida, el país con más tímidos es Japón, con el 60%. Contrariamente a lo que ocurre en Israel, cuando un niño hace algo bien, se felicita a los padres, a los abuelos, a los tíos, por lo bien que han educado al niño. Si lo ha hecho mal, las culpas sólo las debe asumir el pequeño. De esta manera, no siente que haya tenido mérito propio, su autoestima no se refuerza y, para colmo, se inhibe su deseo de asumir riesgos o de intentar algo.

Te contamos esto, porque cuantas más pequeñas batallas logres, tu confianza irá aumentando y lograrás vencer la timidez y defender tus ideas.

Hay un ejercicio progresivo que te ayudará para acumular triunfos. Apunta aquellas situaciones en las que te sientes incómodo porque tienes miedo a quedar en ridículo o ser rechazado. Comienza con la que te resulte menos problemática, y súperala, una vez, y otra, y otra hasta que te sientas más seguro. Luego ve afrontando las que consideres un poco más difíciles y así continúas.

Pongamos un ejemplo práctico. Supongamos que te da temor establecer relación con una persona. Para vencer esto, sigue los siguientes pasos.

  1. Cuando te cruces con un vecino, con un colega, u otra persona, toma tú la iniciativa y salúdalo: “¡Buenos días!” y ya está. Práctica esto al llegar a la sala de espera del dentista, al subir al autobús, al llegar a la taquilla del cine… hasta que deje de ser una molestia para ti hacerlo.
  2. Añade al saludo algún comentario muy simple. “¡Buenos días! ¡Qué manera de llover!”, o cualquier otra frase similar: “¡Cuánta gente hay hoy!”, “¡Qué día espléndido!”, etc.
  3. Después, al saludo y la frase, añade algo más, puede ser algo complementario o una pregunta: “¡Buenos días! ¡Qué manera de llover!, ¿han dicho hasta cuando habrá tormenta?
  4. Luego, puedes incorporar algo que denote interés por tu interlocutor. ”¿Te ha pillado la lluvia?”, “¿Has venido caminando?”, “Me gusta el estilo de tu chaqueta.”, etc.

Esta progresión de pequeños triunfos, irá reforzando la confianza en ti mismo, y te permitirá ir soltándote a la hora de expresar tus ideas. Llegado el momento de una reunión, atrévete a mencionar ese argumento que estás pensando. Las primeras veces posiblemente te lo echen por tierra, pero no te desanimes. Di siempre tus argumentos, ya irás perfeccionando tu entusiasmo y convicción al defenderlo a medida que practiques.

Muchos de los grandes líderes, han empezado con estas pequeñas batallas que les han abierto el camino a convertirse en elocuentes defensores de sus ideas. Por lo tanto, respira hondo y a por todas, paso a paso.

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