¿Por qué nos gusta el marketing cross-device?
A día de hoy el 79% de los usuarios cambia de dispositivo mientras realiza una misma tarea. Esto es posible porque de media cada uno de nosotros tenemos 3 soportes diferentes: smartphone, tablet y ordenador.
Este cambio en el comportamiento de los consumidores afecta a las empresas, la conversión ha cambiado y la clásica experiencia del cliente o customer journey, debe adaptarse.
Ahora un usuario lee un artículo sobre Toronto en su móvil mientras va al trabajo en metro, más tarde, en su casa, consulta un foro de viajes en su tablet y, finalmente, compra los billetes de avión en su portátil dos días más tarde.
Según en qué soporte navegue y en qué fase se encuentre nuestro potencial cliente, necesita una clase de estímulo u otro. Tenemos que definir los nuevos puntos de contacto o touchpoints para cada estadio y dispositivo.
Y para poder implementar una campaña que tenga en cuenta los diferentes soportes y puntos de contacto debemos emplear el marketing cross-device.
En el marketing cross-device tratamos de identificar a los usuarios que aterrizan en nuestra página web a través de diferentes dispositivos para adaptar el contenido que consultan y ofrecerles una experiencia totalmente personalizada.
Se trata de ofrecer la información necesaria, en el momento justo, en el soporte adecuado y a la persona indicada.
Pura magia.
Poner en marcha una estrategia de marketing cross-device.
Si queremos utilizar esta estrategia primero tenemos que identificar en qué soportes navega nuestro usuario y para ello contamos con dos enfoques bien diferenciados: el determinista y el probabilístico.
El primero lo utilizan empresas de la talla de Google o Facebook. Cada vez que un usuario se registra en su página genera una ID que más tarde cruzan con los dispositivos que utilizan esas mismas ID y así pueden identificar los distintos soportes que utiliza ese usuario para navegar. El principal problema de este método es que queda limitado al número de consumidores que utilicen sus productos.
Mientras que en el segundo enfoque se emplean métodos probabilísticos para cruzar diferentes bases de datos con patrones de uso y así trazar diferentes perfiles unidos a determinados soportes. Finalmente, representaremos el resultado en un Gráfico de Dispositivos o Device Graph. Se trata de un método mucho más escalable que el anterior pero menos preciso.
En segundo lugar y una vez contamos con esta base de datos adulterada y mejorada debemos utilizar nuestro nuevo mapa de la experiencia del consumidor y definir los usos de los dispositivos en cada momento de este viaje, de forma que utilizaremos creatividades distintas para cada uno de esos soportes y puntos de contacto.
Fuente: www.javiermegias.com
Finalmente emplearemos el método de atribución que consideremos más eficaz (último clic, time decay, primera interacción…) para obtener los ratios de conversión de nuestra campaña, cotejar resultados, iterar nuestras acciones y optimizar nuestra inversión al máximo.
Como podemos ver, todavía se trata de una estrategia muy joven y con muchos puntos a mejorar, no obstante está cogiendo peso y cada día son más los que se suben al carro.
¿Te animas? 🙂