29 may'17

Los 5 puntos indispensables para seducir con tu elevator pitch

Imagínate que entras en un ascensor y te encuentras con ese cliente o inversor, esa persona con la que llevas semanas intentando contactar y que puede ser decisiva en el futuro de tu negocio. Es una oportunidad increíble porque lo tienes delante, escuchándote. El único problema es que sólo tienes 20 segundos. Don´t panic!. Te damos las claves para que aproveches cada nano segundo. Ahí van:

1. ¿Qué hago? Piensa que tienes delante a un amigo, contacta visualmente, saluda y sonríe. Por el efecto de las neuronas espejo él también sonreirá y eso hará que se relaje y baje un poco la guardia. Establece un primer contacto con algo que tengáis profesionalmente en común, un buen comienzo podría ser: “Sabe, admiro mucho el enfoque que le ha dado a su empresa en estos últimos años…” Algo que demuestre que te has interesado por conocerle.

2. ¿Qué le digo? No le abrumes con cifras y datos, no es el momento de vender, es el momento de enamorar. Cuéntale tu porqué, la necesidad que has detectado, el problema que tu proyecto puede solucionar y hazlo de manera
que quiera saber más, que se pregunte, ¿Y cómo lo podemos arreglar?

3. Ahora sí. ¡Al ataque! Dile tu nombre, el interés que le has generado hará que lo recuerde, y cuéntale cómo tu proyecto puede satisfacer esa necesidad, lo que puede aportar, tu propuesta de valor en dos frases.

4. ¿Y luego qué? Tu objetivo es conseguir prolongar esa reunión, pídele su tarjeta o un teléfono y establece una cita para poder llamarle y explicarle mejor en qué consiste tu trabajo, el equipo que lo respalda, los apoyos con los que cuentas, cómo está organizado y la manera de monetizarlo.

5. Y NO te despidas. Piensa que este es el principio de una ‘hermosa amistad’, como diría Bogart. Así que refuerza la sensación de que la reunión que le ofreces es una oportunidad realmente interesante, que le contactas en breve y que le agradeces mucho la atención que te ha prestado. Y cuando se marche y sólo cuando se marche… pega un salto, di SIIII! (bajito, para que no te oiga si está cerca aún) y llama rápidamente a tu madre, o a quien quieras, para contárselo. 😉

Y lo más importante de todo, vas a pasar un examen de actitud. Sé sincero y honesto, habla tranquilo y seguro, tu cuerpo te seguirá y mostrará un lenguaje cordial y receptivo. Y sobre todo, confía en ti mismo y en la solidez de tu proyecto. ¡Y a por todas!

SG Admin
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