22 dic'20

¿Sabes cuál es el ”Elemento” de tu empresa? Puede ser tu más efectivo trampolín en la crisis

En momentos de profunda incertidumbre como el actual, “lo único permanente es el cambio”, como sostenía el filósofo griego, Heráclito.

Precisamente, estos cambios radicales causados por la pandemia, han motivado reacciones de todo tipo en las empresas. Todas son conscientes de que deben moverse para adaptarse y sobrevivir. Sin embargo, muchas están desconcertadas al no saber cuál es la mejor dirección para asumir la transformación que el futuro les exige.

Algunos aspectos están muy claros. La digitalización es un factor esencial de supervivencia en el presente y de sostenibilidad en el futuro.

Otras cuestiones no son tan evidentes y, a su vez, son más profundas. ¿Cuál es nuestra razón de ser? ¿Qué valor aportamos en esta nueva realidad? ¿Qué rol jugamos en la vida de las personas?
¿Cuál es nuestro lugar en el mundo?

La situación de incertidumbre puede ser percibida como una experiencia angustiosa o como una oportunidad para hacer una reflexión profunda que nos permita reorientar nuestra organización
para reforzar su esencia y darle un mayor sentido.

Con esto en mente, el aclamado escritor, conferenciante y educador especializado en creatividad e innovación, Sir Ken Robinson –cuya reciente muerte, en agosto pasado, lamentamos profundamente– ha dejado una serie de pautas brillantes en su libro “El elemento” que, si bien se refieren a las personas, creemos que son aplicables a las organizaciones, más aún, en este momento histórico.

Él plantea que para conseguir el bienestar y el éxito a largo plazo, para desarrollar el potencial para alcanzar mayores logros y utilizar las capacidades naturales de un modo integral, es necesario encontrar nuestro “Elemento”.

¿Qué es el Elemento?

Es el punto donde convergen el talento y la pasión. En otras palabras, es cuando somos muy hábiles realizando un determinado tema y disfrutamos intensamente haciéndolo.

Es en este estado cuando se alcanzan los mayores logros y cuando se percibe la íntima sensación de haber nacido para ésto.

Por ejemplo, un adolescente le confesó a sus padres que quería ser escritor. Esto no les pareció una buena idea a sus progenitores, que deseaban que fuese ingeniero o tuviese otra profesión similar que le garantizase un buen pasar. Su rebeldía provocó que los padres decidieran, “por su bien”, ingresarlo en un hospital psiquíatrico para quitarle esas ideas.

Sin embargo, el joven después de un intenso periplo, terminó encontrando su Elemento y se dedicó a su pasión para la que tenía un extraordinario talento. Actualmente, Paulo Coelho es uno de los escritores y novelistas más leídos del mundo, y más seguido en las redes sociales con más de 320 millones de ejemplares vendidos en más de 170 países y 83 idiomas.

Puedes pensar que esto es válido para las personas pero no para las empresas.

Nosotros hace años que, al hacer branding, sostenemos que las marcas son como las personas, con su propio carácter, personalidad, capacidad de evolución, forma de ser, talento y pasión. ¡Están vivas! Es decir, también tiene la posibilidad de encontrar su Elemento, que es el que le dará el mayor sentido a su existencia y aportará mayor valor a sus clientes.

¿Te cuesta creerlo? Piensa en marcas como Harley-Davidson, por la que muchos de sus clientes llegan a tatuarse su logotipo; Apple, que cuenta con legiones de “evangelistas”; Zappos, que se ha convertido en el número 1 de su sector por su vocación de servicio; y podríamos continuar con una buena lista de marcas que están en su Elemento y eso las ha llevado a situarse en la cúspide.

El tsunami que ha representado el coronavirus para muchas empresas –para mal y para bien– es también una oportunidad extraordinaria para replantearnos cuál es el Elemento de nuestra organización y aprovecharlo para ocupar nuestro sitio en el mundo.

Preguntas simples que te ayudarán a encontrarlo

¿Cuál es el mayor talento de tu empresa?

¿Con qué se apasiona?

Las personas de tu equipo ¿están en sintonía con ese talento y esa pasión? Y muy unido ¿cómo puedes atraer y motivar a quienes se identifiquen e impulsen tu Elemento?

¿Estás fomentando la actitud para potenciarlo y optimizarlo?

¿Estás detectando y aprovechando las oportunidades que te sitúen en esa zona donde tu empresa puede fluir y entregar más valor?

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Situar a tu organización en su Elemento puede llegar a ser el mejor salvavidas para superar esta crisis y el trampolín más efectivo para proyectarla a un futuro sostenible repleto de talento y pasión.

Carmen Salas
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