Un hábito que desata tu creatividad y hace más eficaz tu empresa
La relevancia que tiene la creatividad y la innovación para el presente y el futuro de tu empresa es evidente, tal como lo hemos visto en este artículo. Para ayudarte a potenciar esa habilidad en tu organización es fundamental que se adquieran algunos hábitos que desarrollen la musculatura creativa.
Efectivamente, la creatividad es como un músculo que, si lo entrenas, se fortalece y puede convertirte a ti y a tu empresa en un atleta creativo de elite que aporte nuevas soluciones para resolver los desafíos inéditos que se te interponen para llegar a la meta con éxito.
En este artículo veremos uno de ellos que es vital. Puedes practicarlo en tu día a día y conviene que lo ejercites con tu equipo. Hay muchos más, pero éste es un magnífico comienzo.
Mira las cosas con otra perspectiva
Cuando somos niños, al no tener ideas preconcebidas, somos capaces de encontrar formas diferentes de resolver las cosas y disfrutar. Si carecemos de un camioncito para jugar, somos capaces de coger un ladrillo, imaginarlo como camión y divertirnos como si tal cosa.
Con el tiempo, la educación tradicional va encasillando nuestro pensamiento y nuestra capacidad creativa y vamos perdiendo esa cualidad natural, tal como sostiene el educador Ken Robinson.
Así que hay que recuperar esa cualidad. Ser capaces de ver las cosas con otra perspectiva.
Para empezar, te proponemos un ejercicio que, precisamente, la mayoría de niños lo resuelven con mucha rapidez pero a los mayores les cuesta bastante más.
¿En qué número de plaza está aparcado este coche?
¡Bravo, si lo has deducido! Si te está costando, te aconsejamos que lo pienses desde otra perspectiva… ¿ahora sí? Si se te resiste, al final te damos la solución, pero mejor entrena tu músculo creativo.
Si adquieres el hábito de salir de las estructuras y mirar las cosas desde otro ángulo, te será más fácil encontrar soluciones a los nuevos retos que surjan en tu empresa.
Puedes lanzar a tu equipo ejercicios como éste para que se habituen a pensar de modo más innovador. Además, seguro que les resulta muy divertido. Puedes proponerles un ejercicio diferente cada semana así van cultivando el hábito.
Te dejamos un par de ejercicios más.
¿Cómo unirías estos 9 puntos con 4 líneas rectas (sin levantar el lápiz ni pasar dos veces por el mismo punto)?
La mayoría de personas no salen del cuadrado que forman los puntos a pesar de que no hay ninguna condición que lo impida. Es lo mismo que suele ocurrir ante un problema, nos mantenemos en las estructuras aunque no existe motivo para hacerlo.
Por ejemplo, el piloto Warren Avis montó su negocio cambiando la perspectiva de cómo se alquilaban coches en su época. Él llegaba al aeropuerto, debía desplazarse hasta el centro de la ciudad para, recién entonces, poder alquilar un coche.
Avis se dio cuenta que, tanto para él como para sus pasajeros, sería magnífico poder conseguir un coche en el propio aeropuerto. Ni lerdo ni perezoso, ideó su plan y se convirtió en una de las principales organizaciones de Rent a Car del mundo. Actualmente sería inconcebible que una compañía no tenga base en un aeropuerto pero, hasta entonces, nadie se había dado cuenta porque estaban prisioneros de sus estructuras.
Te dejamos otro ejercicio para romper los esquemas preconcebidos. Si has resuelto los anteriores, verás que ya empiezas a tomarle el punto para pensar fuera de la caja.
¿Dónde pondrías un cuarto punto para que todos entre sí (incluido el que añades), queden a la misma distancia?
Si no le encuentras la solución, recuerda que debes cambiar tu perspectiva de las cosas para encontrar soluciones.
Si coges el hábito de desestructurarte y cambiar tu punto de vista, notarás que tanto tú como tu equipo empezaréis a descubrir nuevas oportunidades y salidas que, a veces, están frente a nuestras propias narices pero no las vemos por los preconceptos que tenemos. Cambiar la perspectiva, desata la creatividad y te hace más efectivo.
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Soluciones
Si miras como vería el conductor que va a aparcar, sabrás que dejó su coche en la plaza “87”. Si giras la imagen lo verás claramente. Pero nuestra estructura mental hace que pensemos solo en nuestro punto de vista.
Las líneas deben salir del cuadrado imaginario autolimitante y doblar donde sea conveniente para poder cumplir con el cometido.
Piensa en 3D, como si fuera una pirámide. El punto se debe situar en el centro… hacia arriba para que queden todos X distantes.