La identidad verbal como herramienta de seducción de una marca
Hoy en día las empresas necesitan una identidad única y original que las haga destacar y diferenciarse de su competencia. Ya te hemos contado qué elementos debe tener como mínimo tu Identidad Visual Corporativa para diferenciarte del resto (si no lo has leído haz click aquí), hoy vamos a ver cómo complementarla con la Identidad Verbal Corporativa y crear un pack de seducción.
¿Qué es la Identidad Verbal Corporativa?
Como su propio nombre indica, son los elementos verbales que constituyen la personalidad de una marca y que, si está bien construida y tiene coherencia, se convierte en un valor diferencial muy importante.
Podríamos enumerar muchos ejemplos a lo largo de la historia de cómo las empresas y personajes públicos han utilizado el lenguaje como arma de posicionamiento y engagement.
Un ejemplo claro: si en medio de una frase intercalamos la expresión “Just do it” Sabes de qué marca te estaríamos hablando, ¿verdad? Nike ha utilizado este slogan para motivar y transmitir fuerza: “No lo pienses, solo hazlo”. Esa síntesis conceptual la extiende a toda su forma de expresarse verbalmente en los diferentes soportes manteniendo la cohrencia.
¿Qué compone la Identidad Verbal?
Podríamos hablar de 3 puntos importantes para la construcción de la Identidad Verbal que serían:
1) La personalidad de marca:
Como las personas, todos tenemos unos códigos propios y un lenguaje común al comunicarnos que nos distinguen del resto. Construimos un modo de expresarnos a nuestra medida, con el que transmitir los valores y creencias de marca. Siguiendo con los ejemplos. Si cierras los ojos, ¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza si te digo: “Think different”? Es muy probable que Apple haya aparecido en tu top of mind.
2) El tono:
Así como nuestra voz de marca constituye nuestra personalidad, una parte importante de la misma es el tono que utilizamos para comunicarnos. Tenemos que valorar si necesitamos ser más o menos formales, si emplearemos un tono serio o divertido, y modularlo hasta encontrar lo que más sintonice con nuestro público y con nuestra identidad.
3) Los mensajes:
Tan importante como la voz y el tono que usamos para comunicarnos es también la elección de mensajes. Tenemos que plantearnos qué ideas clave queremos transmitir a cada público objetivo desde la compañía. Aquí también podemos incluir las expresiones típicas de la marca y aquellas que bajo ningún concepto utilizaríamos. ¿Te imaginas a Red Bull diciendo: “bebe y reconforta tu cuerpo”? Seguro que no, si lo dicen ellos más bien sonaría algo así: “bebe que te da alaaaaaas”.
El Manual de Identidad Verbal
El Manual de Identidad Verbal reúne en un documento los puntos que hemos mencionado para que todo mensaje que salga de la organización sea coherente en contenido y modo. Es muy importante para que todos los responsables de comunicar en nombre de la marca, tengan claro qué y cómo deben expresarse, tanto en forma oral como escrita.
En conclusión, tanto las personas, como las marcas tienen unas características visuales y verbales que expresan su personalidad. Para no ser una más del montón, es indispensable que sea diferenciadora y empática para que resulte atractiva.
Las Lovemarks saben rentabilizar esta personalidad y trasladarla de forma coherente a los distintos canales que utilizan. Es la forma más eficaz para destacar y seducir. ¿Tu empresa tiene clara su identidad verbal?