10 jun'19

Dos formas para que tu equipo se ponga la ”camiseta”. Orgullo de pertenencia.

Ponerse o no la camiseta puede representar un gran cambio para una persona y para una organización.

Hace un par de años la historia del niño afgano, Murtaza, nos conmovió al lucir una “camiseta” que él mismo se había confeccionado con una bolsa de plástico de rayas azules y blancas, a la
que le había pintado en la espalda el nombre de Messi y el número 10, emulando la de la estrella de fútbol con la selección argentina.

Haberse puesto esa camiseta, representó para el pequeño, la increíble posibilidad de cumplir el sueño de conocer a su ídolo. Para el jugador, ser coprotagonista de una historia entrañable, y para el club, vincular su identidad con valores humanos. Todos ganaron.

¿Qué lleva a una persona a lucir una determinada camiseta, sea física o simbólica? Sin duda, el orgullo de pertenecer e identificarse con todo lo que representa esa camiseta. Sea un equipo de fútbol, una marca icónica, una filosofía de vida o una organización.

El orgullo de pertenencia es un factor clave para la captación y retención de talento. También lo es para el avance de una empresa ya que un equipo identificado que comparte los valores y la visión, entrega lo mejor de sí y eso aporta una fuerza y vitalidad que son el impulso determinante para avanzar.

Rolls Royce es una de esas marcas que han logrado que sus mecánicos se sientan tan orgullosos de trabajar en el coche más lujoso del planeta, que llegan a rechazar ofertas con sustanciales mejoras económicas, con tal de continuar perteneciendo a este emblema. Uno de ellos llegó a decir: “llevo a Rolls Royce en mi corazón”.

¿CÓMO LOGRAR QUE TU EQUIPO SE PONGA LA CAMISETA?

Sin duda, son muchas las variables que influyen en la identificación y compromiso de una persona con su organización, no obstante, hoy hacemos foco en dos que, si se cumplen, facilitan que tu equipo se ponga y ame la camiseta de tu marca.

¡Sí, yo también!

Identificarse con lo que cree y hace la organización es fundamental. La persona debe sentir que los valores y la misión de la empresa son importantes y que él también está de acuerdo con ellos.

Estudios realizados por la American Psychological Association, han demostrado que quienes sienten que su trabajo tiene un propósito relevante con el que están de acuerdo, se enfocan mejor, son más creativos, productivos y se identifican más profundamente.

Hace unos meses asistíamos a la inauguración de las instalaciones de uno de nuestros clientes en el País Vasco. Quedamos impresionados por la cohesión y el sentido de misión de todo el equipo. En el discurso de uno de sus fundadores, quedó en evidencia el porqué de ese espíritu al afirmar: “la gente no viene a esta empresa a trabajar, viene a cambiar el mundo”.

Los integrantes del equipo sentían que realmente era eso lo que estaban haciendo. Al hablar con ellos, no cabía la menor duda de que estaban orgullosos de vestir la camiseta de esta organización, precisamente, por la gran causa que los unía.

Para ello, es esencial que tu equipo tenga claros tus valores, tu misión y tu visión. Por eso, es vital la COMUNICACIÓN, tanto interna como externa de tu “credo” para que puedan afirmar ¡Sí, yo también creo y lucho por esto!

Vínculos emocionales

¿Qué siente la gente que trabaja en tu empresa? La emociones que perciba en el entorno laboral son las que determinarán la profundidad de su compromiso, identidad y fidelidad.

Un estudio británico realizado por AAT, ha revelado que el reconocimiento, el compañerismo y la amabilidad son más importantes para la lealtad de los trabajadores que un sueldo elevado.

Fomentar vínculos de compañerismo entre el equipo, instaurar una cultura positiva de interrelación amable, y paralelamente fijar metas y exigencias elevadas, hará más por tu empresa que las presiones, coerciones y controles basados en la desconfianza.

A los occidentales nos llama la atención que en muchas empreas japonesas, al cambiar de turno, los trabajadores se saludan con gestos y palábras de ánimo, como hacemos aquí en los equipos deportivos.

Para lograr ese espíritu de unidad entusiasta, puedes organizar encuentros informales, actividades especiales, cursos alternativos y sorpresas que motiven las relaciones interpersonales del equipo y la “buena rollo” entre toda la organización.

Es curioso, que uno de los aspectos que tuvo en consideración Steve Jobs al diseñar las nuevas instalaciones de Apple, fuese que hubiese puntos de encuentro informales –cafeterías, baños, salas de estar, etc– entre personas que trabajasen en diferentes áreas, porque de esos encuentros se fortalecía la relación entre los miembros y surgían nuevas conexiones que impulsaban nuevas ideas y soluciones.

Crear todas las condiciones para que tu equipo se ponga con orgullo la camiseta de tu organización, es de una enorme trascendencia. Si tu gente lo hace, puedes atreverte a soñar sin miedos con el
futuro. Si dudas, pregúntaselo a Murtaza ;).

Carmen Salas
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