21 feb'23

Por qué tu branding debe ser minimalista y usar mapas de contexto

Si no tienes tiempo de leerlo te damos la opción de oírlo

En estos últimos meses hemos tenido que realizar varios restyling de marcas. Y cuando decimos: “marcas”, no nos referimos exclusivamente al logotipo, sino a su posicionamiento, comunicación, experiencias y todo lo que implica la percepción de una marca.

En todos los casos hemos realizado un planteamiento minimalista que ha representado un antes y un después en el modo en que se perciben esas marcas.

Pero hay quienes cuestionan el minimalismo con un argumento muy sólido. Sostienen que la gran mayoría de marcas están yendo por ese camino y afecta a otro aspecto muy relevante de una marca: la diferenciación.

Tienen razón. La mayoría de grandes marcas y aquellas que son punteras en su sector, están tomando caminos minimalistas. Esto dificulta la posibilidad de diferenciarse respecto a las demás. Pero ¿es razón suficiente para abandonar el minimalismo?

Según varios de los grandes pensadores, la apuesta por el minimalismo debe continuar.

Se le atribuye a Leonardo Da Vinci la frase “La simplicidad es la máxima sofisticación”. León Tolstói lo reafirma al asegurar que “no existe grandeza donde no hay sencillez”. Y hasta en la Antigua China, Confucio afirmaba: “La vida es muy simple, pero nosotros insistimos en hacerla complicada”.

Estamos de acuerdo con estos sabios, pero también valoramos la preocupación que tienen los detractores del minimalismo.

La cuestión es ¿por qué apostar por un branding minimalista? ¿Por qué tu marca debería ser minimalista?

La respuesta está en la mente humana. Lo complicado conlleva un mayor esfuerzo, mientras que lo simple ahorra carga cognitiva a nuestro cerebro. Por eso, es mucho más fácil recordar lo simple.

Mira el primer logotipo de Apple y el actual ¿cuál crees que es más fácil de recordar (y, de paso, reproducir)?

El valor que le aporta el minimalismo a tu marca es que la hace más memorable, te recordarán más. Cuanto más complicado sea tu universo de marca, más difícil será ocupar un lugar en la mente de tu público objetivo.

Parafraseando a Da Vinci, podemos decir que es necesario realizar el sofisticado ejercicio de simplificar para quedarnos con la esencia de lo que deben recordar de tu marca.

Una evolución como la que realizó Picasso con sus toros. Es muy curioso que él fue de más a menos, que es lo que debemos hacer con nuestro branding. Mira qué interesante el orden cronológico de sus toros, partió del primero, arriba a la izquierda, y terminó con el de abajo.

Todo bien hasta aquí pero ¿cómo solucionar el problema de la diferenciación si medio mundo apuesta por el minimalismo?

Mapas de contexto

La investigación viene a nuestro auxilio para que el minimalismo no termine siendo todo lo mismo. Lo que nosotros hacemos, y creemos es una buena herramienta para ti, es crearnos un mapa de contexto por cada área que hay que tratar. Por ejemplo, para el logotipo, hacemos un mapa de logotipos de la competencia, analizando sus colores, formas, conceptos, etc. para diferenciarnos claramente de cualquiera de ellos.

Si se trata del posicionamiento, lo mismo, un mapa de posicionamientos donde debes analizar cómo está situada la competencia y encontrar un concepto diferenciador y relevante para el target del cual apropiarnos.

Y así con cada aspecto de construcción de la marca, manteniendo su cohesión y coherencia en todos los mapas.

Hemos comprobado en reiteradas ocasiones que el minimalismo junto a los mapas de contexto, son un excelente camino para construir marcas sólidas, consistentes, alineadas con los objetivos y, lo más importante, que permanezcan en la mente de los stakeholders.

Fernando Seco Marrone
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